Los de Rubi llegaron a poner nerviosos a los hispalenses al acortar distancias merced a un gol de Rossi, que estrenaba su casillero con la zamarra granota
El Levante UD de Rubi no pudo ante un Sevilla, el de Emery, que tuvo más suerte, más efectividad en los momentos clave, pero no más fútbol que los granotas. Los de Nervión siguen fuertes en su feudo y, con una nueva victoria (3-1), accede a puestos europeos, aunque los de Orriols enseñaron los dientes y llegóa asustar a los sevillistas con su fútbol de ataque. Pero la última posición de la tabla pesa lo suyo y el Levante mucho los dos goles encajados en los inicios de cada tiempo.
El conjunto sevillista dejó el balón en pies de los granotas, pero obtuvo los tantos en los momentos oportunos frente a un rival que sigue sin contundencia cuando juega fuera de su estadio.
Se presentó el partido con un pronóstico de claro color local porque el equipo que entrena Unai Emery, quien tuvo que ver el choque desde el palco de autoridades por su expulsión en la anterior jornada, acumulaba siete partidos de liga seguidos con victorias en su estadio y porque el visitante en esta ocasión era el colista de la tabla.
Pese a ello, el conjunto valenciano llegó también con una tradición de los últimos años de sacar resultados positivos en el Sánchez Pizjuán y relanzado tras sus dos recientes triunfos como local y sus buenas actuaciones como foráneo en campos complicados como los del Atlético de Madrid, Athletic Club o el del Valencia.