Todo robo es traumático. Que nos quiten todas las cosas que tanto trabajo y esfuerzo nos ha costado conseguir no es plato de buen gusto para nadie. Pero cuando se tiene la desgracia de que esta situación tan desagradable tenga lugar el único consuelo que nos queda es que las aseguradoras nos ayuden a reponer todo lo que hemos perdido.
Contramedidas
Por ello se contratan los seguros de hogar, para poder tener un plan B en caso de que alguien decida campar a sus anchas en nuestro hogar y llevarse todo lo que no es suyo. Estos seguros deben responder, ayudarnos a superar el problema que esta intrusión nos ha supuesto, para poder seguir adelante. El problema viene cuando no podemos contar con esa ayuda. Cuando la aseguradora que debería velar por nosotros en esos difíciles momentos decide desaparecer de escena y no hacerse cargo de nada. Estamos solos y nadie nos puede ayudar.
Esta es la horrible situación que se produce cuando somos víctimas del bumping. Este término hace referencia a una nueva técnica ideada para entrar en las casas ajenas y robar todo lo que se les antoje. Según la información facilitada por reparacionesbarcelona.es/cerrajeros/, la técnica consiste en emplear una llave maestra que encaja en la cerradura que quieren forzar. Esto se determina observando las ranuras laterales de la cerradura. Seguidamente, rebajan un poco las muescas de esta llave, cortan un pequeño trozo en la parte delantera y ya tienen una llave que les permite entrar sin forzar nada.
Esta técnica del bumping es la excusa perfecta para que las aseguradoras no cumplan con su función dado que consideran que como no ha habido violencia, es un hurto y no robo y por tanto no deben hacerse cargo. Un auténtico desastre cuando el problema es el mismo, se llame como se llame, alguien ha entrado en nuestro hogar y nos ha quitado cosas que eran nuestras.
¿Qué hacer?
Volver a la normalidad es complicado. El primer paso es encontrar alguien que nos cambie la cerradura y para ello podemos obtener información en esta web.
El siguiente paso es ponerse serios y plantar cara a las aseguradoras. Para ello el mejor paso que podemos dar es enviar a nuestra compañía de seguros una copia de los artículos 238 y 239 del código penal, según los cuales se indica que si se emplea un método distinto del habitual para abrir una cerradura dicho acto puede considerarse robo. Es decir, el ladrón, pese a realizar bumping ha empleado una llave diferente a la nuestra que es el modo habitual de abrir la cerradura por lo que se ha cometido un robo y la aseguradora debe responder de ello.
Conocer este detalle puede ayudarnos a resolver un desagradable problema que puede plantearse en caso de ser víctimas de esta nueva técnica para tratar de usurparnos nuestras posesiones.