Esa frase se encontraba inscrita en piedra a la entrada del templo de Apolo en Delfos. Viene a recomendar que como primera búsqueda de la verdad encuentres lo que hay dentro de ti. Era el lugar a donde los griegos acudían para interesarse por los augurios sobre su futuro o sus proyectos.
Clara Sánchez la autora del libro El amante silencioso, que comentaremos hoy, siempre se ha interrogado en sus obras por la auténtica realidad que se esconde tras la apariencia de todos nosotros.
Ha ganado los más prestigiosos premios literarios de nuestro país, Alfaguara, Nadal, Planeta, etc. Durante mucho tiempo, fue profesora universitaria de lingüística hasta que decidió dedicar todo su tiempo a la Literatura. Al enfrentarse a este nuevo reto como es escribir una nueva novela, debió preguntarse. ¿Por qué? ¿Por qué hacemos las cosas? ¿Qué acontecimientos o experiencias vitales determinan nuestras decisiones? ¿Qué buscamos fuera cuando no queremos mirar dentro?
El amante silencioso es una novela, editada por Planeta, que a lo largo de sus 381 páginas permite que sus personajes se interroguen sobre el devenir y el destino de sus vidas. Hilvanada en torno al rescate de un joven captado por una secta ideológica, nos sumerge en los corazones tanto del rescatado como de la rescatadora. Está escrito en primera persona alternativamente. Todos los acontecimientos, lugares, o personajes los iremos conociendo a la vez que sus protagonistas. Como son dos, sabremos alternativamente lo que ha sucedido visto desde una óptica y después desde la otra.
Lo trascendente es la búsqueda de la motivación. El porqué de las cosas. A veces resulta inquietante lo cerca que están los protagonistas de tomar decisiones que sabemos les resultarán desastrosas. La intensidad crece cuando uno de los protagonistas se pregunta por el otro y hasta que la novela no cambia de foco no conocemos la respuesta. Puede llegar a ser angustioso.
La aventura transcurre en Mombasa, la gran ciudad de Kenia, en la costa del Índico. Viejo puerto natural, cuna de piratas y traficantes de todo tipo de mercancías prohibidas. Eso da a la obra una deriva exótica e intrigante, pero en esencia, lo que importa es el debate moral y social en que se ven inmersos sus personajes.
Como es habitual en esta autora, al final, nadie es quien parece ser. La protagonista copia el aspecto de otra mujer, el gurú de la secta termina resultando otra cosa, el secuestrado es un fugitivo de sí mismo, y los rescatadores no tenían tanto interés en el rescate. No desvelo la trama que resulta fácil de leer, atractiva y llena de giros sorprendentes.
Dicen que los autores, mientras escriben la obra, llegan a hablar con sus personajes. Clara Sánchez no sólo habla con ellos, los tiene sentados en su diván de psicoanalista desde el principio. Los interroga sin piedad hasta el final.
¿Cómo acaba? Sólo les diré que despejan sus dudas, sobrevivan o no, que no lo diré, al final luchan por sobrevivir con todas sus fuerzas.