Los agentes medioambientales de Requena han podido llevar a cabo sendos rescates de dos ejemplares de aves rapaces en los últimos días gracias a la colaboración ciudadana.
El primero de los rescates fue el de un ejemplar de águila real, con las garras ensangrentadas y con diversas heridas, al parecer causadas por un disparo, extremo confirmado a posteriori por el Centro de Recuperación de la Fauna (CRF), que encontraba heridas por perdigones en garras y un ala.
El aviso lo dio un agricultor de la zona que, pese a encontrarse con problemas intentando encontrar quien se hiciera cargo del animal, insistió y no cejó en su empeño hasta conseguir su objetivo. Cabe destacar que en este sentido, se puede avisar a los agentes medioambientales de cada zona directamente a través de los teléfonos habilitados para ello o a través del 112.
Con su llamada, seguramente el agricultor de esta historia salvó la vida del ejemplar adulto de una pareja reproductora en el parque natural de las Hoces del Cabriel que, según los agentes medioambientales de la Generalitat, podrá recuperarse al no revestir gravedad las heridas causadas por los perdigones. De hecho, se estima que en un plazo aproximado de una semana, según dichas fuentes, podría ser liberado en su territorio.
Con todo, que existan cazadores que a día de hoy sigan disparando a especies protegidas -cual es el caso del águila real, Aquila chrysaetos– es un hecho insólito y al que debería ponerse remedio endureciendo las sanciones al incumplimiento de la legislación vigente.
Un buitre leonado en el pantano de Contreras
El segundo rescate se llevó a cabo también ante el aviso de un particular, que avistó un buitre leonado en el agua del pantano de Contreras, en su parte valenciana -en término municipal de Villargordo del Cabriel-.
De nuevo los agentes medioambientales rescataban al ejemplar de buitre leonado, Gyps fulvus, y lo llevaban al Centro de Recuperación de la Fauna para su posterior puesta en libertad.
La colaboración ciudadana resultó una vez más crucial para evitar una desgracia, como hubiera sido sin duda la pérdida de un ejemplar de una especie protegida y en serio peligro de extinción. Algo sobre lo que es importante seguir poniendo el foco para preservar una pieza clave de nuestro patrimonio natural que, en el altiplano de Requena-Utiel cuenta aún con una población de aves rapaces considerable.
La recogida de animales silvestres heridos y muertos es una tarea que desarrollan desde siempre los Agentes Medioambientales, que tienen la experiencia y el material necesario para ello. Hay Agentes Medioambientales trabajando las 24 horas del día, fines de semana, festivos, mañanas, tardes y noches.