Asociaciones conservacionistas como la Societat Valencia d’Ornitologia (SVO) han alzado la voz de alarma en un comunicado conjunto ante las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación sobre la reunión mantenida por el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, junto al Secretario Autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida, y el director general de Medio Natural y Animal, Luis Gomis, con la Asociación de Paranyers de la Comunitat Valenciana (APAVAL) para tratar de agilizar y autorizar de nuevo esta práctica de caza prohibida, se reafirman en la posición que dictaminan tanto las Directivas europeas, leyes estatales así como varias sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, en las que se vetan este tipo de métodos de caza no selectivos y completamente prohibidos desde hace más de 30 años.
Además de la SVO suscriben el comunicado Acció Ecologista-Agró, GER-Ecologistes en Acció, GECEN, CABS, SEO-Alicante, SOS Vencejos, Asociación de Guías de Birding CV, Xúquer Viu, Grup Xoriguer, Asociación Salvatierra, APNAL-Ecologistes de Vinaròs, FEUMVE, Amigos del Mas de la Mateiba, ANADEL, Rebeldes Indignadas, Asociación Ambiens, El Rebrot de la Vida, Asociació Naturalista Reconco, Plataforma Ecologista por la Protección Animal y Asociación Faunatura.
De hecho, la Diputación de Castellón ha abundado en esta idea del Consell y ya ha anunciado una ayuda de 20.000 euros a APAVAL para sufragar la realización de las pruebas del cesto malla y preservar el ‘parany’. La presidenta de la entidad provincial, Marta Barrachina, se ha erigido en gran defensora del ‘parany’ y de hecho, ha resaltado que «la Diputación va a seguir defendiendo nuestras señas de identidad y el respeto a nuestras tradiciones, como la caza del ‘parany’ y, por eso, continuaremos trabajando para que se articule la reglamentación necesaria que permita recuperar el ‘parany», ha concluido la dirigente provincial.
Desde las asociaciones firmantes se asombran ante la postura del Consell, que continúa intentando autorizar esta nueva modalidad de Parany sin liga, y hacen hincapié en la palabra ‘nueva’ porque APAVAL alega en sus diferentes escritos que el cesto malla es una actividad tradicional en la Comunitat Valenciana, por lo que por su arraigo debería permitirse. Un extremo éste que no es real, ya que esta modalidad de cesto malla no tiene ninguna tradición en nuestro territorio, como ya ha cuestionado y dictaminado el TSJCV en su sentencia 418/2024. SVO argumenta que, aunque fuera real, el “simple” arraigo de una actividad no autorizada nunca puede estar por encima de los valores ambientales y la protección a nuestras aves.
Para los conservacionistas resulta extraño también que Medio Ambiente se reúna exclusivamente para tratar este tema con una asociación cinegética que alega igualmente fines científicos para que les autoricen la caza. Así, explican que existen numerosas instituciones 100% científicas que ya emplean otros métodos testados y autorizados para realizar este tipo de estudios, por lo que alternativas seguras ya existen y no es necesario que gente sin la capacitación básica y precisa haga este tipo de pruebas con animales silvestres. Por ejemplo, el anillamiento científico de aves implica una formación de al menos 2 años y exámenes oficiales, tanto de teoría como de práctica, que avalen conocimientos sobre la diversidad de aves para poder realizar capturas de las mismas, formación de la que carece APAVAL y sus socios.
Las asociaciones ecologistas reiteran en su comunicado que el hecho de que la Consellería de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio se reúna únicamente con una asociación en la que su distintiva finalidad es la caza, levanta cuanto menos suspicacias, por lo que la asociación conservacionista insta a la administración a que, antes de tomar cualquier tipo de decisión, se reúna al menos con la Associació Professional d’Agents Mediambientals de la Comunitat Valenciana (APAMCV), cualquiera de las asociaciones conservacionistas que realizan trabajos científicos relacionados con las aves así como con grupos de investigación referentes de las universidades públicas valencianas que publiquen estudios ornitológicos, que son muchos.
La legislación según recuerda la SVO es clara: El parany o el neoparany no tiene cabida en el siglo XXI, del que ya llevamos más de 2 décadas vividas. La asociación ecologista concluye que «no se puede intentar enmascarar un método de caza prohibido y los mayores responsables de que esto no ocurra es la administración. La afición de unos pocos nunca debe prevalecer sobre la biodiversidad y su protección».