El alcalde de Cullera, Jordi Mayor, se ha mostrado hoy categórico al asegurar que el municipio no aprobará la tasa turística pactada por los partidos del Botànic de cara a 2023, que considera un error. Y no es el único: el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, y el secretario autonómico de turismo, Francesc Colomer, se han manifestado en la misma línea.
"Cullera no la aprobará de ninguna manera", ha dicho Mayor, que además de alcalde de Cullera es el Diputado de Turismo en la Diputació de València, con lo que sus palabras cobran más relevancia si cabe. Según su parecer, "no es el momento" ni considera que vaya a beneficiar al sector turístico, ya de por sí muy tocado por los efectos de la pandemia de coronavirus.
De hecho, el primer edil de Cullera ha recordado que los datos de recuperación turística que en el municipio se sitúan ya en cifras prepandémicas indican una recuperación del sector, que "no se puede poner en peligro y menos con tasas que no solucionan el problema de la infrafinanciación de los municipios turísticos", ha apostillado.
Prieto: "Lo que hemos de hacer es estar al lado del sector"
No es el único que ve en la tasa turística una estocada en el ya de por sí malherido sector turístico, crucial para la supervivencia de muchas localidades del litoral valenciano. "Todavía estamos afrontando la recuperación de la fase más complicada de la pandemia y lo que hemos de hacer es estar al lado de todos los sectores económicos, también del turístico", ha dicho José Manuel Prieto, alcalde de Gandia, quien ha señalado que "si se trata de un criterio de sostenibilidad (...) creemos que hay otras maneras de poder conseguirlo".
En este sentido, el primer edil de Gandia ha recordado que su ciudad es "el único destino turístico que en este momento tiene casi adjudicada la primera fase de los fondos de sostenibilidad y se prepara para presentar candidatura a los fondos extraordinarios de sostenibilidad del 2022”.
Colomer: "No es cierto que estemos todos en el mismo barco, algunos se han hecho muy ricos"
Por su parte, Frances Colomer ha asegurado que al enterarse del acuerdo sobre la tasa "sentí una gran decepción porque desconocía la evolución de este clásico, de este 'déjà vu' que hemos vivido tantas veces en los últimos años. Creo que es un error. ¿Cómo puede ser que en la sexta ola de la pandemia ésta sea la reacción de un parlamento que representa a la soberanía popular, a la pluralidad y a muchísima gente que debe creer en las instituciones?", se ha preguntado.
"No es el momento. En plena sexta ola, en una oleada de crisis, cancelaciones e incertidumbres que planean sobre el sector, que la reacción del parlamento sea activar este impuesto no me parece lo mas audaz ni lo más necesario ni lo más oportuno".
Colomer ha ido más allá y se ha mostrado especialmente duro, al incidir en la necesidad de "empatizar con la gente que sufre" y con un sector que "no se ha recuperado, que ha caído y que está lona porque ha perdido como nadie". "No es cierto que todos estemos en el mismo barco, estaremos bajo la misma tormenta, que es esta pandemia, pero hay unos que se han hecho muy ricos, negocios que no han parado de crecer en el mundo, mientras a otros se les ha golpeado en la línea de flotación, como el turismo", ha espetado.
Lo que es indudable es que la tasa turística ha abierto una crisis cuanto menos dolorosa en el seno del PSPV y no en cualquier lugar, en los tres niveles de la administración, local, provincial y autonómica, del sector turístico.