La organización de defensa de los animales AnimaNaturalis, junto a la organización antitaurina CAS Internacional van a organizar este próximo sábado, 17 de octubre, a las 12 del mediodía, la primera protesta antitaurina en Castelló desde que se decretara el Estado de Alarma en el país, para reivindicar una mejor normalidad libre de fiestas crueles y para pedir que las corridas de toros no regresen jamás. El acto de protesta tendrá lugar en el Paseo Ribalta, ante la Escuela Taurina de la Diputación de Castellón.
Durante la cuarentena, se cancelaron la mayoría de las ferias del país y el sector taurino (que ya subsistía, en gran medida, gracias al dinero público), exige nuevas dotaciones presupuestarias para mantenerse a flote, en un negocio cruel y anacrónico abocado a la quiebra.
En este sentido, ambas asociaciones son claras en su posición: "No queremos que ni un euro público vaya dirigido a subvencionar el maltrato animal, y por eso nos reuniremos en esta acción a favor de la vida, como ya se ha hecho recientemente en Pamplona y Madrid con una amplia repercusión en medios nacionales y extranjeros", asegura Yasmina Moreno, coordinadora de AnimaNaturalis.
Desde AnimaNaturalis se está impulsando una iniciativa donde más de 175.000 personas ya han escrito al Ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribe, para que no destine ayudas al sector taurino. "Los taurinos están pidiendo nuevas subvenciones económicas de apoyo a sus prácticas, porque están acostumbrados a contar con esos privilegios por sobre otros sectores. Sin embargo, abundan los ejemplos donde sus eventos recientes no cumplen con el aforo máximo, distancias de seguridad o el uso de mascarillas recomendados", explica Moreno. "Creemos que el gobierno debería priorizar las ayudas económicas en sanidad, familias vulnerables, I+D y ayudas a empresas que están pasando grandes dificultades", añade.
Según la última encuesta de "Hábitos y prácticas culturales 2018-2019" del Ministerio de Cultura, los espectadores en las plazas de toros han descendido un 15% en los últimos cuatro años, en los que la asistencia a espectáculos taurinos ha bajado en 554.000 personas. Apenas el 8% de la población presenció un festejo taurino (solo el 6% en plazas, resto por TV). Con la singularidad de que casi el 20% de los asistentes NO pagaron su entrada, lo que evidencia la envergadura de las ayudas.
Las organizaciones convocantes de la protesta de este sábado argumentan que, en contra de lo que siempre se ha difundido, la tauromaquia no es el segundo espectáculo de masas en nuestro país, ni siquiera el tercero ni el cuarto, sino el décimo, según datos del Ministerio de Cultura. Los españoles preferimos el fútbol, el cine, los monumentos, los museos, los conciertos, las exposiciones o las galerías de arte, antes que asistir a una corrida de toros.
Gasto desmesurado
AnimaNaturalis asegura que el sector taurino recibe cada año partidas presupuestarias de miles de euros para financiar actividades taurinas desde ayuntamientos, diputaciones, autonomías y también desde el Gobierno de España, para subvencionar a peñas, asociaciones, escuelas y festejos del ámbito taurino.
"Pensamos que el gobierno no solamente debe ignorar estas exigencias, sino que deberían replantearse las ayudas periódicas que se destinan a la tauromaquia desde las diferentes administraciones y derivarlas donde sea más necesario", dice Moreno.
AnimaNaturalis detalla que dichas partidas pueden alcanzar fácilmente los cientos de miles de euros anuales incluso llegar a cantidades millonarias. La Diputación de Badajoz tiene previsto destinar este año, a la Escuela de Tauromaquia, la cantidad de 950.350 euros y en la de Castellón hay una convocatoria de subvenciones destinadas a colectivos taurinos para promover los festejos tradicionales con una consignación económica de 90.000 euros para este 2020. También en Castellón se está destinando sumas de hasta 15 mil euros a cada una de las 36 ganaderías de lidia de la región, además de 119 mil euros a su Escuela Taurina.
AnimaNaturalis aclara que el grueso de partidas presupuestarias y subvenciones es incalculable debido a la falta de transparencia, especialmente por parte de los ayuntamientos, que no tienen el hábito de hacer públicos sus presupuestos de fiestas desglosados. "Los recursos de la administración pública no deben usarse para promocionar y contratar espectáculos basados en el abuso y maltrato animal, menos aún en los próximos meses, en los que se necesitará todo el esfuerzo y apoyo público para diferentes emergencias", aclara Moreno.