Tras años sin solución a un problema de salud pública, el área de Agua y Recursos Hidráulicos del ayuntamiento de Bétera está ultimando las obras que permitirán a los vecinos y vecinas del casco urbano de Bétera consumir agua sin ningún tipo de restricciones.
Fue a finales de la pasada legislatura, el 31 de mayo de 2017, cuando el anterior equipo de gobierno (Compromís, PSOE, Podemos) fue requerido e informado por la Consellería de Sanitat Universal i Salut Pública de la gravedad de la situación y de la necesidad de tomar medidas urgentes que dieran solución a este grave problema de Salud Pública tras calificar el agua potable del casco urbano de Bétera como “no apta para bebida por lactantes y mujeres embarazadas, así como para preparado de alimentos infantiles, pudiéndose utilizar para cualquier otro uso”.
Una comunicación que llega tras avisarse durante muchos años y que, en palabras del concejal de Agua y Recursos Hidráulicos, Carlos Abad, “ha supuesto una situación insostenible que tenía que haberse solventado hace años y para la que estamos trabajando en dar la mejor de las soluciones”.
Una solución que pasa por rebajar el nivel de nitratos que hasta el momento es superior al permitido “estando en julio en 54.0mg/L y siendo el límite 50.0mg/L”, ha indicado la también concejal de Agua, Eva Martínez.
Tras haber realizado diversos estudios técnicos, la solución más óptima para resolver este histórico problema pasa por mezclar el agua de los pozos de Bétera con agua de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (EMSHI), de manera que, tras la mezcla los nitratos se reducen a parámetros óptimos que permiten el consumo del agua de todos los vecinos y vecinas sin distinciones. Y todo ello “sin renunciar a la titularidad de los pozos municipales” ha añadido Carlos Abad.
Comienzan las pruebas
Tras acometer las obras pertinentes para esta solución, este mes se llevarán a cabo las pruebas para ajustar los caudales de agua, evaluar la mezcla y verificar que los nitratos disminuyen para obtener un agua de calidad. “Estamos ante una fase del proyecto primordial que nos permitirá ajustar correctamente el agua para que se regulen los nitratos”, ha afirmado Eva Martínez.
A estas obras de conexión se le suman las realizadas con anterioridad en la red de suministro de agua potable del casco urbano que requerían de una adecuación urgente para poder llevar a cabo este ambicioso proyecto que devolverá la calidad del agua a la ciudadanía.
“En una primera fase, que se inició en 2020, abordamos la situación de la red de suministro que contaba con grandes deficiencias por falta de mantenimiento que habían desencadenado en averías y sobre todo, fugas que suponían la pérdida del 80% del agua en el casco urbano. Una situación de derroche inasumible”, ha explicado Carlos Abad.
Además, el área de Agua y Recursos Hidráulicos, ha realizado la sectorización de la red que permite en caso de avería cerrar una zona concreta y no todo el casco urbano como hasta el momento se había venido haciendo. “Todo ello con la voluntad de incrementar los efectivos de mantenimiento y de seguir trabajando por mejorar la red de abastecimiento”, ha continuado Eva Martínez.
A su vez, esta solución hará que Bétera sea más respetuosa con el Medio Ambiente puesto que, tal y como señala Eva Martínez, “la ciudadanía no necesitará consumir tanta agua embotellada y se reducirá el número de envases de plástico considerablemente”.
Estas obras suponen una apuesta del consistorio por la salud de sus vecinos y vecinas. “En esta legislatura la inversión para mejorar la calidad del agua superará los 3 millones de euros”, ha señalado Carlos Abad. Mientras que la también concejal de Agua, Eva Martínez, ha destacado que “nuestra misión principal es mejorar las condiciones de vida de todos los beterenses. Hemos hecho un esfuerzo importantísimo de inversión para la mejora de la calidad del agua del casco urbano”.
Una inversión que ambos prevén esté finiquitada al 100% antes de que finalice el año.