El Ayuntamiento de Castellón ha instalado un nuevo tapiz floral en forma de cruz que lucirá durante la Semana Santa en la plaza Mayor de Castellón. Se trata de una iniciativa de la concejalía de Medio Ambiente y es una de las principales novedades de la Semana Santa de Castellón, declarada de Interés Turístico Provincial. A la presentación del tapiz han asistido Cristian Ramírez, concejal de Medio Ambiente, y Noelia Selma, concejal de Fiestas, además de representantes de las cofradías de la ciudad.
Según ha explicado Ramírez, "este tapiz es un homenaje a las cofradías de la ciudad: la Muy Ilustre Cofradía de la Purísima Sangre, Cofradía de Santa María Magdalena, Hermandad Paz y Caridad, Cofradía del Cristo de Medinaceli y cofradía de la Mare de Déu del Lledó". "Desde el Ayuntamiento queremos reconocer la labor que realizan durante todo el año para el cuidado de nuestras tradiciones que ayuda a llenar de vida Castellón durante esta gran semana", ha señalado el concejal.
"Esta iniciativa también forma parte del Plan de Renaturalización de la ciudad que hemos puesto en marcha y que tiene el objetivo de conseguir un Castellón más verde, una ciudad con más flores, más bonita", ha destacado Ramírez. De esta forma, la propuesta se suma al tapiz floral que lleva el nombre de la ciudad en las dos lenguas oficiales, valenciano y castellano, y que luce en la plaza Mayor desde noviembre para embellecer la ciudad.
Una cruz con materiales reciclados
Con una altura de 2,50 metros, el tapiz floral en forma de cruz se compone de materiales reciclados. Su estructura es de restos corrugados de hierro que han sido soldados entre sí. Además, la base de la cruz también está hecha de hierro, proporcionando estabilidad y sujeción a toda la estructura.
Los laterales son de madera cortada de palets reciclados y en la parte baja se han empleado traviesas ecológicas de madera para contener la base de triturado de poda de los mismos jardines de Castellón. Con esto se consigue formar la base del jardín temporal.
250 potunias
La cruz se ha rellenado con un total de 250 unidades de potunias moradas, el color litúrgico de la Cuaresma, y la base de color blanco. Se trata de una planta de temporada muy empleada en primavera por su gran floración e intensidad de color.
En la parte inferior de la cruz se han utilizado 7 unidades de helechos, 4 de verónicas y 4 de euonimus pulchellus. Todas ellas de porte bajo para no desmerecer la estructura principal y protagonista del montaje temporal realizado.