La industria automotriz es una de las más representativas en cuanto al uso de metales para la elaboración de vehículos de alta calidad. El acero es uno de los más empleados, sobre todo por su amplia variedad en cuanto a resistencia, lo que lo hace ideal para fabricar diferentes partes de automóviles.
Como tal, el acero es conseguido a través de aleaciones entre varios metales. El porcentaje de los mismos, además de su tipo, es lo que ayuda a crear tantas variaciones.
Antes de ser empleado en la industria automotriz, el acero debe pasar por varias fases para su creación. Las empresas fabricantes de cuchillas ayudan en su corte, dando como resultado las láminas que serán utilizadas en los coches que se ven a diario en las calles.
Ahora bien, si existen tantos tipos aceros, ¿cuál es utilizado para los coches?
Un acero para cada parte
No existe un tipo de acero específico para fabricar automóviles. Todo lo contrario: son varios tipos de este metal los que se encuentran repartidos en las partes de los vehículos.
La razón de esto es que existen partes que requerirán aceros de menor resistencia que otras, como el caso de las zonas internas. En cuanto a las piezas en las que se necesita dureza, se emplean aceros mucho más resistentes.
Según su resistencia, los aceros utilizados en la industria del automóvil son:
Acero convencional
Se trata de un acero poco resistente ya que no cuenta con mucha aleación y tiene un contenido de carbono muy bajo. Es el utilizado en las partes en las que no es necesaria tanta dureza, como en el caso de los paneles de las puertas, las aletas, o los portones traseros, entre otros.
Es muy fácil de someter a deformación en prensas, pero su límite elástico es bastante reducido. Este último aspecto lo convierte en un material que puede repararse con facilidad, y la posibilidad de soldarlo y que se mantenga dicho trabajo es amplia.
Acero de alta resistencia
Este tipo de aceros tiene a su vez una subclasificación, la cual depende del mecanismo que se utiliza para ayudar a que sean más resistentes.
El primero de ellos es el acero Bake Hardening, el cual es utilizado en partes externas como el capó, las puertas y el techo. También lo emplean en la fabricación de refuerzo internos y travesaños.
Los aceros Microaleados son los que se encuentran en zonas internas que deben ser resistentes al uso constante como el caso de los travesaños, los refuerzos de suspensión o los largueros.
Finalmente están los aceros refosforados, los cuales gracias a su resistencia son colocados en piezas que intervendrán en las colisiones.
Aceros de muy alta resistencia
Al igual que los anteriores, estos cuentan con varias tipos de aceros. Los denominados de fase doble son los que se encuentran en los estribos, mientras que aquellos que poseen plasticidad inducida por transformación, son los que se utilizan en largueros, refuerzos de pilares, travesaños… Son muy buenos para absorber energía.
Una tercer subclasificación son los llamados aceros de fase compleja, los cuales tienen una gran resistencia. Son hallados principalmente como refuerzos del pilar B del vehículo, el cual sostiene al techo en la parte central.
Aceros de ultra alta resistencia
Uno de los más comunes es el acero martensítico, que está diseñado para proteger las zonas de los habitáculos del maletero o del motor.
Por último están los aceros al boro que, al igual que los martensítico, son sumamente resistentes, sirviendo para fabricar piezas de carrocería que eviten la intrusión de objetos desde el exterior hacia el interior del coche.