El hito alcanzado por Daniel Albero al convertirse en el primer piloto con diabetes tipo 1 en disputar el Rally Dakar ha abierto una serie de iniciativas para mejorar la salud de las personas aquejadas por esta dolencia. Un colectivo que tradicionalmente ha estado alejado, por ejemplo, de estudios clínicos ligados a la práctica deportiva.
Es por ello que Jesús Alarcón, alumno de la Universitat de València, trabaja en una Tesis Doctoral que busca conocer el efecto de un programa de entrenamiento interválico de alta intensidad HIIT) sobre las personas con Diabetes Tipo 1.
Se ha escogido este tipo de entrenamiento al haberse demostrado en iniciativas anteriores su seguridad para este colectivo, puesto que no causa hipoglucemia post-ejercicio. Y el miedo a sufrirla es, según estudios cualitativos, una de las grandes barreras para este tipo de personas a la hora de ejercitarse físicamente.
Durante el transcurso se analizará cómo cambian diferentes parámetros que los afectados con DT1 tienen más condicionados:
- Estado del sistema nervioso: con el paso de los años presentan una regulación nerviosa más problemática, lo que deriva en un mayor riesgo de accidentes cardiovasculares, digestivos, renales...
- Fuerza: con la enfermedad, se pierde antes la fuerza que sin ella, y esto puede derivar en problemas funcionales, caídas y dependencia.
- Glucemia en ayunas: una glucemia en ayunas muy alta es resultado de una mala regulación insulina-glucemia. Convivir con esta condición puede desembocar en problemas renales, ópticos, cardiovasculares…
- Equilibrio: esta capacidad se pierde antes con la enfermedad, lo que podría generar caídas, pérdida de autonomía, dependencia...
- Calidad de vida: se comprobará si las personas con la enfermedad mejoran su percepción de calidad de vida al hacer ejercicio, algo que es fundamental para la motivación y la felicidad.
El periodo de intervención se está llevando a cabo en dos centros de entrenamiento de Valencia desde enero de 2019.
Si los resultados coinciden con las hipótesis formuladas, se demostrará con el entrenamiento por intervalos que las personas con diabetes tipo 1 mejoran (además de su condición física), su regulación nerviosa, su fuerza, su glucemia en ayunas, su equilibrio y su calidad de vida, y lo hacen de manera segura, previniendo episodios de hipoglucemia posteriores al ejercicio.