Se acabó. La era Nuno, aunque este miércoles noche ya era Gary Neville quien ocupaba el banquillo blanquinegro, se ha cerrado con una auténtica debacle en la máxima competición continental, al perder el Valencia CF en Mestalla ante el Olympique de Lyon por 0-2.
De nada sirve lamentarse del gol anulado injustamente al kaisser valencianista, Shkodran Mustafi, en los primeros minutos del encuentro, que bien podría haber sido clave en el desenlace final. El problema del Valencia CF en esta penosa andadura por la Champions League no ha residido en este partido, ni siquiera en la eficacia de un rival que jugó quizá su mejor partido de la fase de grupos y que fue letal en los últimos metros. La clasificación en tercer lugar -y gracias- de los valencianistas en el grupo H, -que como mal menor le da derecho a jugar la UEFA Europa League- ha estado en un cúmulo de deméritos de un entrenador que, pese a encontrar en Álvaro Negredo un auténtico filón goleador en la eliminatoria previa, decidió prescindir de su participación obedeciendo a vaya usted a saber qué consigna, y lo mismo con Rodrigo De Paul. Uno se acuerda, inevitablemente, del tándem Ronald Koeman - José Mari Bakero y el hachazo con que se llevaron por delante a Cañizares, Ayala y Albelda. Ahí es nada. Sólo una sonora patada en sus respectivas posaderas antes de acabar la temporada evitó que el Valencia CF acabara aquel año con sus huesos en 2ª División.
Pero hablemos de presente. Nuno ya es pasado. Gary Neville se estrenaba como primer entrenador en el banquillo de Mestalla -ya veremos si para bien, como en el Barça hizo Guardiola, entiéndase la sorna-, de un Valencia CF que se jugaba el pase a la siguiente ronda en la última jornada, obligado a ganar y a esperar que el KKA Gent no venciera al Zenit. Una carambola que no se dio en ninguno de los dos escenarios en juego. Demasiado para un debutante en todo.
Los de Mestalla pisaron el acelerador a fondo desde el primer minuto y Shkodran Mustafi, tras un saque de esquina, puso el balón de cabeza en la escuadra. Era el minuto 8 y ya avisaba de sus intenciones ante un enemigo que, pese a no jugarse nada y encontrarse en una crisis de fútbol, salió muy ordenado sobre el césped y sin dejar huecos a los locales. Y Mustafi, a la segunda oportunidad de la que gozó, marcó un golazo que el colegiado anuló sin motivo aparente. El central alemán entró como un obús pero sin hacer falta a nadie. Error gravísimo del colegiado esloveno -sí, ese país en el que nos enteramos que se jugaba al fútbo0l cuando el Valencia CF fichó a un tal Zahovic- que se inventó esa acción punible que nunca existió.
Como compensación, el portero revelación del año en la capital del Turia, Jaume Doménech, sacó un pie digno de guardameta de balonmano para quitarle el gusto a Cornet, que la había cruzado bien. Del posible 1-0 se pudo haber pasado al 0-1 tras la injusta y sorprendente decisión del árbitro que anuló un gol legal todo un campeón del mundo. Mientras, en el minuto 17 Mestalla se enteró de que los belgas del Gent marcaba ante el Zenit, con lo que todo se ponía aún más cuesta arriba para los blanquinegros.
Por si fuera poca desgracia, una lesión muscular de Enzo Pérez obligaba a Neville a reemplazarlo por Javi Fuego. El asturiano se colocaba por delante de la defensa y Parejo adelantaba su posición más hacia la línea de creación valencianista. Un imprevisto que, sin embargo, recuperaba el orden natural de las cosas con un Fuego de contención y un Parejo de creación, y no al revés. Y el meta del Valencia CF, además, sacaba dos manos de mérito que conjuraba el peligro llevado a sus inmediaciones por Tolisso y Lacazette. Un Jaume que agrandaba su figura al despejar con dotes felinas un cabezazo de Rafael. En un momento, el Olympique de Lyon había llegado con mucho peligro al marco local.
Paco Alcácer aparecía en la faceta atacante con un buen testarazo pasada, eso sí, la media hora de juego, pero se encontró con una mejor intervención del meta francés Anthony Lopes. Rodrigo de Paul se reivindicó con una buena opción también a destacar, y tras una serie de regates y rechaces no supo conectar con fuerza y el balón fue blandito a las manos del portero visitante.
Sin embargo, el Olympique se adelantó primero con un zurdazo colocado de Cornet en el minuto 37 ante el que nada pudo hacer Doménech. Un auténtico golazo si bien es cierto que nadie entró a presionar al atacante visitante que pudo entrar tranquilamente en el área valencianista y armar su pierna para colocar el esférico en la misma escuadra. El gol visitante se dejó sentir con demasiada claridad en el ánimo local, cuyos jugadores enfrentaban el camino hacia el vestuario con la cabeza baja a pesar del modélico empuje de la grada, que reaccionó al golpe con un apoyo incontestable.
Tras el descanso, y tras los lógicos minutos de tanteo, volvió al césped de Mestalla un icono, Álvaro Negredo, casi dos meses fuera del equipo y tras una lesión de la que ha salido más por ilusión y garra que por fuerza física. La afición aplaudió el cambio y recibió al punta con alegría y con todo su cariño. Mestalla quiere y necesita al delantero madrileño.
A partir de ese cambio sólo existió un equipo sobre el campo. El Valencia CF fue metiendo a su rival cada vez más atrás y sólo era cuestión de encontrar la paciencia suficiente para romper esa muralla. Con el ‘7’ en el césped el Olympique retrasó líneas y amontonó jugadores delante del meta. Pero no se encontraba la forma y los minutos pasaban demasiado rápido con la necesidad de primero empatar y, después, marcar el gol del triunfo.
Mestalla reaccionó cuando el Zenit empataba en Bélgica. Fue un acicate para el Valencia CF que volvía a depender de él mismo. Pero para ello tenía que ganar sí o sí. La afición se vino arriba y Doménech tuvo que aparecer de nuevo en un remate de Darder. Podía haber sido la puntilla del Olympique, pero no lo fue. Cancelo, en el 74, lanzó un centro chut que a punto estuvo de colarse en el marco de Anthony Lopes.
Pero la Champions no perdona. Con todo el Valencia CF volcado la faceta defensiva se quedó en un segundo término y fue ahí donde dio el conjunto francés, con un balón largo a Lacazette que fue culminado por él mismo con el 0-2. Un mazazo muy fuerte para los de Gary Neville, que se habían lanzado con todo a por el empate. Menos mal que el KAA Gent marcó el segundo ante los rusos y los de Mestalla, al menos, no dependían de ganar. Parejo y Abdennour merecieron la recompensa del gol, pero se resistió y el Olympique se marchó a Lyon con una victoria, la primera en esta fase de grupos.
Ahora, el conjunto de Gary Neville deberá centrarse en la UEFA Europa League, un torneo también importante en el que tiene que luchar por llegar lo más lejos posible. Y es que el Valencia CF no pudo arreglar el desastre anterior y se vio abocado a disputar la segunda competición. Gary Neville no ha tenido tiempo para volver a conectar un equipo que no ha hecho una buena Champions y que, por ese motivo, se queda fuera.
FICHA TÉCNICA
Valencia CF (0): Doménech, Cancelo, Mustafi, Abdennour, Gayà, Enzo Pérez (Javi Fuego, m. 23), Parejo, Danilo (Negredo, m. 51), Santi Mina, De Paul (Piatti, m. 74) y Paco Alcácer
Olympique Lyon (2): Anthony Lopes, Rafael, Yanga-Mbiwa, Morel, Bedimo, Gonalons, Darder (B. Kone, m. 77), Tolisso, Grenier (Ghezzal, m. 69), Cornet y Lacazette (Beauvue, m. 77).
Goles: 0-1. M. 37: Cornet. 0-2. M. 76: Lacazette.
Árbitro: Matej Jug (Eslovenia). Amonestó a Abdennour, Mustafi, Santi Mina del Valencia CF, y a Tolisso del Olympique Lyon.
Incidencias: Último partido de la fase de grupos (H) de la UEFA Champions League, disputado en Mestalla que registró una muy buena entrada. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Manuel Esteban Pérez, aficionado valencianista fallecido en el encuentro de Liga ante el FC Barcelona. Los jugadores lucieron brazaletes negros por ese motivo.