
Esta cifra supone una media de 8 atenciones por quemaduras al día durante el periodo de Fallas, mientras que el resto del año la media es inferior a las 4 atenciones al día.
Los días con mayor concentración de accidentes por quemaduras han sido el 19 de marzo, con un total de 14 urgencias atendidas, y el 15 de marzo, con 12 ateVLC Ciudadnciones urgentes.
También con motivo de las fiestas falleras, entre el 1 y el 19 de marzo las urgencias del Hospital Doctor Peset de Valencia han atendido a 16 personas por quemaduras de petardos; y en el Hospital Clínico han sido 39 los atendidos en el mismo periodo.
Por su parte, durante la semana fallera, el Hospital de la Ribera ha atendido a 20 personas por heridas con material pirotécnico y 10 en el Hospital de Xàtiva.
Menos atenciones que en 2011
Las atenciones por quemaduras durante estas Fallas han experimentado un notable descenso con respecto a las pasadas Fallas 2011, en las que el Hospital Universitari i Politècnic La Fe atendió un total de 100 urgencias por quemaduras entre los días 10 y 20 de marzo.
El control de la venta de material pirotécnico y la restricción de la normativa evita que se produzcan grandes quemados durante el periodo de Fallas.
De las 21 urgencias atendidas por quemaduras, ocho corresponden a menores de 14 años, lo que supone más del 38% de los casos.
“Los niños y los adolescentes son el perfil de víctima más frecuente, ya que son los que más uso hacen de los petardos y los que menos conciencia tienen sobre sus riesgos”, explica el Dr. Álvaro Forés, cirujano plástico de la Unidad de Quemados de La Fe.
“Las lesiones más habituales se producen en las manos, pero también en la cara a consecuencia de la metralla que puede saltar por el uso indebido de la pólvora”, apunta el Dr. Forés. No obstante, la mayor parte de las urgencias son de carácter leve.
Excepcionalmente, se dan casos más graves que implican la amputación o la pérdida de movilidad de dedos a largo plazo, así como pérdida de visión por la explosión de metralla. Sin embargo, “las quemaduras se producen cada vez más por las llamaradas del petardo que por la propia explosión”, matiza el cirujano plástico.
VLC Ciudad /Redacción