Una pareja que regentaba un local de hostelería en Castellón ha sido detenida por la Policía Nacional por contratar de forma irregular a ciudadanos chinos, que trabajaban 70 horas semanales y cobraban menos dinero que el que aparecía en su nómina, viviendo además hacinados en la planta superior del local.
Dos de los trabajadores carecían de permiso de residencia y trabajo en nuestro país, careciendo por tanto de contrato de trabajo. Tampoco estaban dados de alta en la Seguridad Social.
En la parte alta del establecimiento se había preparado una habitación en la que se alojaban algunos de estos trabajadores en condiciones precarias. Esta habitación disponía de una trampilla por lo que huir y esconderse en caso de recibir una inspección.
En esta operación han trabajado de forma conjunta agentes de la Policía Nacional especializados en extranjería e inmigración ilegal, agentes de la Unidad Adscrita del Cuerpo Nacional de Policía a la Comunidad Valenciana y la Inspección de Trabajo. Gracias a sus investigaciones se han encontrado dos trabajadores en situación irregular, y uno de ellos ha sido detenido por usurpación de identidad, al utilizar una tarjeta de residencia de un tercero para identificarse ante la policía, la misma que había utilizado para formalizar su contrato.
Se detectaron otras irregularidades como los cuadrantes y fichas de horarios, relllenadas por la jefa 'a su libre criterio' con horarios falsos que permitieran hacer ver que los trabajadores hacían jornadas de 40 horas semanales, cuando realmente trabajaban entre 60 y 70 horas. Hubo incluso dos de ellos que habían estado trabajando dos años sin descansar dos días seguidos.
Si los trabajadores se negaban a firmar estos cuadrantes eran amenazados con el despido. Algunos dormían hacinados en un altillo en el que se había dispuesto una trampilla para escapar los irregulares en caso de que la policía o alguna inspección acudieran al local.