La Guardia Civil ha detenido a tres miembros de una misma familia, un matrimonio y su hijo de 23 años, por nada menos que 15 delitos de hurto a usuarios de la autopista AP-7 en Alicante, donde detenían y distraían a los conductores con el tristemente ceélebre cebo de una aparente avería o un pinchazo. Cuando los usuarios paraban a auxiiarles, aprovechaban para sustraerles los objetos personales de los vehículos.
Los detenidos se situaban circulando a la altura del vehículo en el que viajaban los afectados, y les hacían señas como si tuvieran un pinchazo o una avería mecánica.
Cuando conseguían que se detuviera, distraían a su ocupante llevándoles a la parte trasera del coche y les distraían, mientras los otros cómplices se acercaban al vehículo del afectado sin ser vistos, y sustraían los objetos que llevaba a la vista (bolso, móviles, gafas de sol), tras lo cual subían al coche y salían a toda velocidad del lugar, ha informado la Guardia Civil en un comunicado.
Otro de los métodos que empleaban para los hurtos lo realizaban en las áreas de servicio. La mujer se acercaba a los viajeros con un gran mapa, y les pedía ayuda para llegar a algún lugar, situándose delante de ellos mientras el resto de la familia cogía sus pertenencias sin que se percatara.
Los detenidos, un matrimonio de 45 y 38 años y su hijo de 23, tienen numerosos antecedentes por hechos similares, y también se les acusa de un delito de pertenencia a organización criminal.
Según la Guardia Civil, la investigación para dar con ellos fue bastante complicada, ya que cambiaban constantemente sus horarios y lugares para actuar, y además no tenían ningún lugar conocido como residencia.
Finalmente, logró detener a los dos hombres, y la mujer fue detenida días más tarde cuando se disponía a alquilar un vehículo para seguir cometiendo hurtos.
Tras ser puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Elche (Alicante), ha sido decretada su libertad con cargos.