Fernando Villaba, texto y fotos.- La comisión de la falla Mercado de Colón-Conde Salvatierra-Cirilo Amorós está de enhorabuena, ya que durante este ejercicio fallero celebra su centenario.
Para ello, están desarrollando una intensa campaña de actos y actividades a las que se sumó el celebrado este pasado fin de semana, con el traslado de la imagen de la Virgen de los Desamparados desde el casal fallero, hasta la Parroquia de San José (Los Capuchinos).
Ante muchas vicisitudes e impedimentos para la correcta celebración de este traslado, por falta de medios policiales, en unas calles del Ensanche -o Eixample- de la ciudad siempre a rebosar de tránsito rodado, y de multitud de personas que aprovecharon una buena tarde para visitar comercios y tiendas en rebajas.
A pesar de tener que cambiar los planes iniciales del recorrido, se pudo llevar a efecto el traslado de la imagen de la Virgen de los Desamparados que la comisión, con mucho sacrificio y esfuerzo, dentro de los actos de este año especial, se marcó como meta regalarla a la que fuera siempre su parroquia.
Una comitiva de más de 300 personas acompañaron a la misma precedida por el estandarte, de este centenario, donde niños, jóvenes y mayores vestían sus mejores galas de valencianos y valencianas.
Las comisiones hermanas de la Agrupación de Fallas Gran Vía, también se sumaron al acto, con sus representantes, para finalmente cerrar la comitiva los hermanos Miguel y Lola López Flor, y la Fallera Mayor, Celia Fuster Pallarés, acompañada por su padre, quien preside la comisión desde hace trece años, Vicente Fuster Morales.
Cerrando la misma, y portada a hombros por falleros, la preciosa imagen de la Patrona de Valencia, que había sido bendecida la jornada anterior en el casal de la Falla.
Se hizo una gran parada para que la imagen fuera depositada a las puertas del Mercado de Colón y se realizara una gran Dansà en su honor. Posteriormente continuaba el trayecto de la procesión hasta la parroquia, haciendo su entrada triunfal donde no cabía una aguja, y se pudo ver las caras de ilusión y fervor por parte de los vecinos de la demarcación, que agradecían este entrañable acto.
La misa, oficiada por el sacerdote, D. Vicente Ferrer, estuvo amenizada por un grupo de cuerda y canto, afín a la comisión, con la voz mítica de la mítica, ‘Pepita de Russafa‘. Así, la liturgia, fue al más puro estilo valenciano, donde cada pieza musical era acompasado incluso con ‘Albaes’.
La misa se inició con unas maravillosas palabras del presidente de la comisión y del sacerdote, haciendo una puesta en común sobre la parroquia que siempre fue su casa. Las Falleras Mayores y el presidente de la comisión participaron en la lectura de los evangelios, y parte de la comisión también realizaron las ofrendas ante el altar.
Finalmente, acompañando el canto del ‘Himno de la Coronación’, se realizó una Ofrenda floral, dando colofón a esta bella jornada.