Cuando todo parecía encarrilado en el Ciutat de València, un fallo imperdonable en defensa puso el gol en bandeja al perico Bapitastao, que consiguió el empate en el minuto 90 | Diego López tuvo que ser retirado en camilla y con collarín en el minuto 39 tras chocar con Sadiku
El partido matinal era para el Levante el de las urgencias. Urgía ganar tras más de una vuelta completa sin hacerlo. Urgía dar otra imagen como equipo que permitiera a la afición de Orriols seguir soñando con la permanencia. Pero sobre todo, urgía dejar claro si el proyecto de Muñiz seguía adelante o se quedaba aquí. Y después del partido, ninguna de las tres urgencias se han visto satisfechas como quería el aficionado. Y todo, en el último minuto.
Los de Quique Sánchez Flores venían con el ánimo por las nubes tras haber dado la campanada ganando al Real Madrid entre semana. Se vio a los ‘pericos’ muy sueltos y dinámicos, quizás más aún en contraposición a los granotas, que siguen saliendo atenazados por la presión que supone conocer el cabreo generalizado entre sus propios parroquianos, más por la imagen y actitud que trasciende más allá del verde que por los resultados, que también.
El Espanyol jugó los primeros minutos del encuentro donde más le gusta, cerca de la puerta contraria, pero sin demasiada profundidad. Pero claro, los de enfrente tampoco apretaban. Se defendían mejor que en otras ocasiones, sí, pero el capítulo de ataque se había quedado olvidado en los vestuarios.
Tuvo que llegar casi la media hora para ver al Levante comenzar a atacar con algo de criterio. El italiano Pazzini -que hoy sí fue de la partida, y desde el inicio además- puso algo de peligro en las gargantas de la grada, que ya tenía ganas de gritar aunque fuera un «uy!».
El susto lo puso, sin embargo, el portero visitante Diego López, que en un lance del juego chocó de manera fortuita con Armando Sadiku, quedando los dos en el suelo. Se llevó la peor parte el del Espanyol, que de hecho tuvo que ser retirado en camilla con un collarín y signos de conmoción evidentes. El del Levante seguiría jugando aunque acabaría siendo sustituído en la segunda mitad por Boateng.
La portería del Espanyol la ocuparia, tras cinco minutos con el juego detenido, Pau López. Acabaría el primer tiempo sin más sustos ni incidencias.
La segunda mitad comenzó con las mismas, como si no se hubiera detenido el partido. Hasta los diez minutos de la reanudación, cuando Marc Navarro agarró a Cabaco dentro del área a balón parado, siendo decretada la pena máxima a favor del Levante.
El encargado de lanzar desde los 11 metros no se discute en el Levante. El ‘comandante’ Morales disparó como bien sabe hacer y a pesar de la estirada de Pau López adivinando la trayectoria, el zambombazo del levantinista se metería como un obús pegado al palo derecho, adelantando al Levante -por primera vez en mucho tiempo en Orriols-.
La reacción ante el gol no fue la que se hubiera esperado en otro momento con menos urgencias que el presente. Lejos de aprovechar el ‘knock-out’ encajado por el contrario para ir a por el segundo, los de Muñiz se replegaron, se vinieron atrás y dispusieron una defensa numantina para intentar amarrar la victoria con su solitario gol.
Con más de media hora por delante, el Espanyol se dispuso al asedio de la portería de Oier pero tampoco hacía demasiado para merecer algo. Enfrente, los de Muñiz esperaban poder soltar una descarga al contragolpe que les permitiera ampliar la renta.
Así fue transcurriendo la segunda mitad, sin que ninguno de los dos equipos inquietara al otro, aunque conforme se iban consumiendo los minutos, el Espanyol fue calentando motores para acabar asediando con auténtica ansiedad la portería local en los últimos.
Y encontrarían su recompensa en el minuto 90, el peor para los granotas porque ya no quedaba margen para nada. A Jurado le salió una gran jugada, con Cabaco de espectador, que permitió dejar solo a Baptistao para que el brasileño fusilara cómodamente a Oier haciendo así el gol del empate, ante la desesperación generalizada del Ciutat de València.
Empate que ni arregla nada, ni arregla nada. Muñiz seguirá, pero la imagen dada en el Ciutat de València sigue siendo decepcionante. El fantasma de Segunda está cada vez más cerca, como una lenta agonía, y o cambia radicalmente la situación, o al aficionado levantinista le queda un largo sufrimiento que no merece.
Diego López, al hospital
El portero espanyolista Diego López tuvo que ser retirado en camilla y con collarín tras un encontronazo con el granota Sadiku en el minuto 39 de juego, cuando pugnaban por un balón a la salida de un córner. Cayeron los dos al suelo pero el portero salió peor parado, quedando conmocionado.
El primer informe médico señalaba que el ex guardameta de Real Madrid y Villarreal entre otros equipos ha sufrido un traumatismo craneal con pérdida de consciencia, siendo trasladado a un hospital para realizarle pruebas.
Ficha técnica
Levante UD (1): Oier, Pedro López (Coke, m.58), Rober Pier, Cabaco, Luna, Doukouré (Campaña, m.80) Lukic, Morales, Ivi, Pazzini y Sadiku (Boateng, m.46).
RCD Espanyol (1): Diego López (Paul López, m.44), Marc Navarro, David López, Óscar Duarte, Aarón, Granero, Darder (Jurado, m.76), David Sánchez, Piatti (Melendo, m.66), Leo Baptistao y Gerard Moreno.
Goles: 1-0, m.55: Morales, de penalti. 1-1, m.89: Baptistao
Árbitro: Alberola Rojas (comité manchego). Sin tarjetas por el Levante, amonestó por el Espanyol a Gerard Moreno, Darder y Marc Navarro.
Incidencias: partido disputado en el estadio Ciutat de València ante 17.100 espectadores.