Fotos: Antonio Cerveró.- Pasadas las 5 de la tarde, la Fallera Mayor de Valencia, Carmen Martín Carbonell, salía de su casa para emprender camino, a bordo de uno de los ya famosos 'coches de l'antigor', hacia el Palacio de Congresos donde el mundo fallero se congregó este sábado para dar la bienvenida a su máxima representante y, con ella, a las Fallas 2022.
Se despejaba en ese mismo momento uno de esos secretos bien guardados hasta el último momento: el espolín que luciría Carmen en su Exaltación. Verde primavera es el color escogido para tan importante ocasión, con el que la Fallera Mayor de València quiso transmitir a todo el mundo fallero el valor de la esperanza.
La casa Vives y Marí ha tejido manualmente este espolín exclusivo, durante tres turnos de trabajo, una tarea para la que ha empleado aproximadamente unas 680 horas. El color del fondo que ha elegido Carmen Martín Carbonell es el verde primavera, una tonalidad de verde de seda natural con mucha intensidad y muy elegante a la vez, que, junto con los colores más suaves y dulces elegidos para sus diferentes ramos y la combinación de diferentes metales, consigue una tela dulce y con mucha personalidad.
Irían llegando las sucesivas comitivas entre Falleras Mayores de Valencia 2021 y sus respectivas cortes, personalidades y representantes de las fiestas hermanas, y claro está, falleros y falleras dispuestos a disfrutar del acto que constata sin lugar a dudas la llegada inminente de las Fallas, si bien este año no deja de persistir cierta dosis de incertidumbre debido a la pandemia.
El espectáculo
Conforme al guión habitual de la Exaltación, la tarde comenzó con el espectáculo previo al acto propiamente dicho. El de este año no dejó indiferente a nadie, con un formato rompedor y sorprendente, como una suerte de 'trivial' con el que se pudo descubrir la parte más humana de Carmen Martín Carbonell y de las componentes de su Corte de Honor, los detalles y la esencia de cada una de ellas.
La compañía Viviendo del Cuento, en el espectáculo con música en directo de Karaoke Rock Band y la dirección, guión e interpretación de José Luis Herranz y Víctor Aleixandre, plantearon un concurso con preguntas, a través de las que el público pudo interactuar y votar para conocer más de cerca a las máximas representantes de las Fallas de Valencia.
Gracias a una ardua labor previa de recopilación de información llevada a cabo desde Junta Central Fallera, el público asistente trató de adivinar cuál de las componentes de la Corte de Honor o la misma Fallera Mayor de Valencia se escondía detrás de cada cuestión, que trataban anécdotas, hobbies o talentos de las protagonistas.
La segunda parte del evento, la Exaltación propiamente dicha, concentró la emoción, alegría y sentimientos que tanto se había añorado, y que este año, pese al carácter protocolario y hasta rutinario de cada una de las ceremonias que lo conforman, se vivió con especial intensidad.
Así fue la entrada de cada una de las componentes de la Corte de Honor, y la imposición de las bandas por parte del presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana. En los rostros, en las sonrisas, se notó algo más que alegría, esperanza y, sobre todo, muchas granas de Fallas.
El discurso de Miguel Prim
Así, el discurso de Miguel Prim, mantenidor de la Fallera Mayor de Valencia, fue en sí mismo un homenaje a los pirotécnicos, oficio tradicional íntimamente ligado al mundo de las Fallas, al contener una estructura que pretendía ser una réplica de la mascletà disparar en la Plaza del Ayuntamiento por la pirotecnia Vulcano el 17 de marzo de 2019.
Un discurso sobre todo muy fallero, muy sentido por alguien como Prim que efectivamente transpira Fallas por cada poro, elevó la emoción en varias fases de su discurso, como cuando recordaba la fatídica noche del 10 de marzo de 2020, momento en el que se suspendías las Fallas: "Eren les 22 hores i 18 minuts d’un 10 de març qualsevol per al món, però aquella nit les Falles es van convertir en aigua que, quan la tens a la mà, intentes tancar el puny perquè no se’n vaja, però s’esmuny entre els dits quan els apretes, i quan la obris, tot s’ha esvaït i ja no queda res, tan sols unes gotes del que anava a ser un glop de vida i un riu de festa. Aixina vam entendre el significat de les paraules confusió i frustració, ens vam adonar de totes les coses que no havíem dit als nostres iguals, de les converses pendents, dels abraços perduts i dels besos que tal volta, havien tardat massa en donar".
"Aquella nit, la impotència li va guanyar la ma a la son, però com no ens han parit per a dormir vam entendre que la vida estava darrere de les decisions que no es prenen i és de covards abandonar a la teua família enmig de la tempesta. No hi havia temps per esperar a que amainara, calia ballar baix la pluja i ficar-se a treballar com sempre, de bades, però de valent, perquè, de no haver fet res, al futur, el fets parlarien d’un fracàs que les paraules no podrien dissimular".
Poco a poco Prim iría dibujando una auténtica travesía en el desierto en el que el mundo de las Fallas se sobreponía y protagonizaba un renacimiento de las cenizas cual Fénix, hasta el momento cumbre en el que la esperanza se abría paso de nuevo y llamaba a falleros y falleras a despertar: "Fallers, desperteu!!! Que torna març!!! Feu que, de nou, les Falles siguen una aposta per la vida i demostreu amb entusiasme que ni les Falles ni els fallers som fills de un Déu menor!!!!"