Lo ocurrido ayer en la votación sobre la propuesta de Compromís para convertir la autopista AP-7 en la Comunidad Valenciana ha levantado, más allá de la mera sorpresa, multitud de suspicacias y recelos hacia el PSOE, que inicialmente apoyaba la iniciativa hasta el punto de que tanto Ximo Puig como el mismísimo ministro de Fomento, el también socialista José Luis Ábalos, habían anunciado ya que a partir del 1 de enero la autopista sería de acceso gratuito una vez acabara la actual concesión, que acaba el 31 de diciembre de 2019.
Pero a la hora de la votación en el Congreso de los Diputados, la bancada socialista se ha abstenido. En el gesto, que no ha modificado en nada la aprobación de la citada propuesta, se ha visto la respuesta del grupo de Pedro Sánchez a un hipotético compromiso oculto con los partidos nacionalistas catalanes, habida cuenta de la oposición frontal de éstos a cualquier medida que facilite el tráfico de mercancías y negocios al sur de su territorio, como también al Corredor Mediterráneo, por considerar que ambos proyectos amenazan su supuesto liderazgo económico en la zona.
Así, la diputada de Compromís, Marta Sorlí, ha ido más allá, criticando ya no la abstención en sí de los socialistas, sino la actitud de PSOE y Podemos por lo que considera su «ambigüedad» en la defensa de la gratuidad para la AP7 en la Comunitat Valenciana ya que «inexplicablemente» se han «aliado» para presentar sus enmiendas en las que se elimina la referencia a la gratuidad de la AP7, que Compromís reclama que sea efectiva al acabar la concesión de la infraestructura el 31 de diciembre de 2019.
Podemos ha acabado por retirar su enmienda en la misma sesión, lo que viene a confirmar que en la actuación de unos y otros no ha habido más que un golpe de teatro que conforme a sus ‘socios’ catalanes.
Así, en un auténtico ‘mundo al revés’, el socialista valenciano Herick Campos ha asegurado que comparte el fondo de la moción de Compromís pero no la forma, recriminando a Sorlí que no quiera un debate sobre la red de carreteras porque no comparte la «visión global» para corregir en toda España los agravios de acceso a infraestructuras «empeorados» por el PP.
También ha habido sorpresa en las críticas de la diputada valenciana de Unidos Podemos, Rosana Pastor, a la falta de visión estatal de Compromís, advirtiendo de que «la gratuidad no existe» por lo que ha instado a «no engañar» y hacer política «de intenciones y tuits». Sorprendente, cuanto menos, el repentino giro de la diputada de Alboraya hacia el pragmatismo y el centralismo.
Tras esta serie de sorprendentes intervenciones, ha tenido lugar el esperpento final en la votación, con el PSOE absteniéndose en solitario y los demás grupos votando a favor. La propuesta sale adelante, pero no gracias al PSOE.