Uno de los principales retos que toda industria asume como parte de su crecimiento y expansión es tener una correcta programación de la producción. Esta práctica, la cual abarca una serie de actividades y recursos, permite que toda compañía desarrolle sus objetivos de manera organizada y evitando gastos innecesarios.
Cuando una empresa asume este reto, entonces se habla de un proceso de desarrollo en sus distintos niveles: operaciones, tecnología, maquinaria, resultados e ingresos. Todo esto sin contar la repercusión que tendrá a nivel administrativo y de reconocimiento.
Empresas de larga trayectoria como Planning Manufacturing se han especializado en este tipo de proyectos. Y es que se trata de un reto industrial que toda empresa debe asumir.
Planificación y programación
Lo primero que se debe saber es que la programación de la producción es un conjunto de actividades que ayudan a que las empresas trabajen de acuerdo con ciertos lineamientos. Muchos de ellos incluyen los plazos de entrega, los estándares de calidad y cantidad, las garantías de seguridad en los procesos, entre otros.
Sin embargo, esta práctica se divide en dos etapas: la planificación de la producción y la programación en sí misma.
La primera hace referencia a un proceso de planificación en el cual se establecen las bases para la programación. Este suele llevar mucho trabajo y consiste en determinar el tiempo establecido para la producción, la administración de los recursos, el mantenimiento periódico y los planes de supervisión que se realizan.
En cuanto a la programación, su ejecución lleva un menor tiempo. Aquí se establece el tipo de maquinaria a utilizar, el tiempo para cada segmento de la producción, su organización, quiénes serán los operarios, las órdenes de trabajo, las actividades previstas, entre otras.
Ambas son piezas claves en todo el sistema de producción de una empresa, debido a que propician el orden.
Equilibrio entre clientes y empresa
Una de las principales características que refuerza la necesidad de la programación de la producción es la forma en que esta genera un equilibrio entre los clientes y la compañía. Por una parte, los primeros son los encargados de enviar los pedidos u órdenes. Por la otra, las empresas trabajan de acuerdo con el personal que poseen, los recursos y sus componentes.
En las órdenes se establecen el tiempo de entrega, además de los estándares de calidad y las necesidades de los clientes. Constituyen una guía para que las compañías trabajen.
Por su parte, las empresas disponen del personal, el cual debe estar capacitado para responder al tipo de orden; los recursos, los cuales incluyen maquinaria, herramientas y materias primas; y finalmente los componentes, que refieren los demás aspectos empresariales relacionados con el cumplimiento del tiempo, la limpieza, las órdenes de facturación, entre otros.
En medio de ambos extremos, la programación de la producción se encarga de equilibrar que lo requerido por el cliente en su orden esté acorde con cada aspecto de la empresa, debido a que planifica y organiza en función de resultados óptimos.
Apoyo tecnológico
La programación de la producción ha evolucionado con el paso de los años, hasta tal punto que la revolución tecnológica impregnó en ella. Hoy en día es posible encontrar apoyo tecnológico para su ejecución, el cual se expresa en forma de software y programas especializados para automatizar todos los procesos.
Este apoyo sirve como soporte para reducir aún más los costes, mejorar los tiempos de entrega, evitar los esfuerzos innecesarios, trabajar en condiciones mucho más seguras y optimizar la producción, permitiendo que toda empresa alcance un nuevo nivel en su desarrollo industrial y comercial.