El Sindicato Unificado de Policía, mayoritario en el CNP, y que integra a todas las escalas y categorías de este colectivo, denuncia la situación límite que atraviesa el Cuerpo Nacional de Policía en la Comunidad Valenciana. Como sucede en otros puntos de nuestra geografía, las necesidades de seguridad exigen la realización de servicios extraordinarios por parte de los policías, encontrándonos a día de la fecha en la Comunidad Autónoma Valenciana, con miles de horas extraordinarias sin abonar ni compensar.
Sin perder de vista la vocación de servicio y el compromiso de cuantos integran la Policía Nacional, el SUP no puede pasar por alto el derecho de éstos a que se reconozca su esfuerzo, máxime cuando se continúa llevando a cabo los medios de protección adecuados, sin la formación necesaria en muchos casos, y sin el descanso ni el abono económico legalmente establecido.
En el caso concreto de Castellón y de Villarreal, la mala gestión afecta a los derechos de los Policías, y lo que es mas grave; afecta a la propia seguridad pública. Es habitual que sea un solo agente el encargado de la gestión dela Sala de 091 que coordina ambas localidades. La oficina de denuncias permanece cerrada durante la mayor parte de las noches y fines de semana, teniendo que hacerse cargo quienes se encuentran patrullando -abandonando para ello su labor preventiva en la calle- de la recepción y tramitación de las denuncias; bien sean por un robo con fuerza, bien una violencia de género, sin la formación adecuada, sin posibilidad de aplicar los protocolos establecidos para con las víctimas, generándose un déficit de calidad en la prestación del servicio, y situando la seguridad pública en un escenario que de complicarse puntualmente resultaría inabordable.