Del 19 al 22 de septiembre se estrena la nueva creación de Víctor Sánchez, una producción a tres bandas en la que han participado La Portuaria, Sala Russafa y Russafa Escènica - Festival de Tardor, con la colaboración del Ayuntamiento de Sagunto y el TEM. ‘Valparaíso (cuatro días, cuatro noches)’ se incluye en la programación del festival, que esta edición se desarrolla bajo el lema ‘Fins ací arribarà la mar’. Es una de sus apuestas fuertes al representar ese estado de ánimo en el que parece que todo está a punto de cambiar, esos momentos que marcan un punto de inflexión vital.
Con este espectáculo, el autor valenciano regresa a un teatro íntimo (como lo fue su éxito ‘Nosotros no nos mataremos con pistolas’), donde los personajes y sus trayectorias personales tienen una gran importancia en la trama. En la pieza aparecen temas como el duelo, las expectativas frustradas o los vínculos y roles familiares, salpicando de humor el drama en ese género híbrido que es la dramedia. “Porque, si hablamos de la vida y la muerte, caben tanto el llanto y la risa”, explica Sánchez sobre una obra anclada en el presente, por lo que subyace como trasfondo la crisis climática y la sociedad de lo ‘fake’, aspectos que atraviesan la vida tanto de sus personajes como la de los propios espectadores.
El influjo de Chéjov
El clásico del teatro naturalista ‘Las tres hermanas’, de Chéjov, ha acompañado a Víctor Sánchez durante el proceso de escritura. “Me ha ido marcando el camino por donde seguir, se ha ido produciendo un diálogo con esta obra, aunque las tramas son totalmente diferentes”, explica el autor.
En ambos casos, hay tres personajes unidos por lazos familiares y un lugar al que aspirar, donde las cosas pueden ser mejores. “En la obra de Chéjov, hablan constantemente de Moscú. Mientras que, en la mía, Valparaíso es el sitio donde se puede ser feliz”, argumenta Sánchez, quien conoce bien este enclave de Latinoamérica.
La ciudad chilena enamoró en su juventud al padre de las ‘tres hermanas’ protagonistas de su obra: Gloria, Lara y Toni. Desde niñas, oyeron hablar de este lugar prácticamente mitificado y se les inculcó referirse a sí mismas en femenino, al ser mayoría de mujeres. Tres hermanas al borde de los cuarenta, esa época que “invita a hacer balance”, en opinión de Sánchez, “a ver si has cumplido las promesas que te hiciste, si la vida que tienes se parece a lo que habías imaginado”.
Les dan vida los intérpretes Gloria March, Lara Salvador y Toni Agustí, con quienes únicamente comparten el nombre de pila. “Son actores excepcionales. Los conozco a fondo a nivel personal y profesional, así que he creado los personajes no basándome en ellos, si no a su medida, para que sea un auténtico disfrute verlos sobre el escenario”, asegura el dramaturgo y director, que regresa a la escena valenciana tras estrenar su último espectáculo, ‘La Florida’, en Las Naves de El Matardero (Madrid).
Al contrario de lo que ocurre en el clásico de Chéjov, los protagonistas han ido perdiendo el vínculo, una vez descabezada la familia, sin encontrar acomodo en la nueva situación. Todavía se quieren mucho, pero no han sido capaces de reunir el tiempo ni el presupuesto necesario para cumplir con la última voluntad de su padre, viajar juntos a Chile para visitar Valparaíso.
Así que, tres años más tarde del fallecimiento, se dan cita en un hotel de la costa española venido a menos, un Valparaíso ‘fake’, con el mismo nombre que la ciudad chilena y el punto decadente que tienen las zonas turísticas fuera de temporada. “Es un reflejo de lo que está ocurriendo en sus vidas, no consiguen llegar a lo que habían soñado y se tienen que conformar. Pero quién dice que de ahí no puede salir algo bueno”, señala Sánchez.
4 días para estrechar vínculos
La obra transcurre en marzo, cuando el personal del alojamiento es mínimo y reina la calma. Pero el calor es prácticamente igual de intenso que en verano gracias a la transformación de la climatología en un mundo que se acerca al borde del mismo abismo vital al que se asoman las tres hermanas.
Como ocurre en las obras de Chéjov, la vida cotidiana y la sociedad del momento atraviesa los diálogos, las escenas, las tramas creadas por Sánchez, donde se cuela la incertidumbre sobre el futuro de la sociedad, de los propios personajes. “Quién nos iba a decir hace unos años que la climatología formaría parte de nuestras conversaciones cotidianas, que le daríamos un matiz emocional al echar de menos la lluvia o las noches frescas” comenta el autor y dramaturgo.
Durante cuatro jornadas, estas ‘tres hermanas’ tratarán de reconstruir el paraíso venido a menos que fue su relación, encontrando nuevos espacios y roles que desarrollar en la familia. Reflexionarán sobre la pérdida, sobre la vida que les queda por delante y la que dejaron atrás. Todo en un tono distendido, donde caben situaciones cómicas, toques de humor que restan dramatismo a una obra que habla sobre superar el duelo, dejar a un lado las propias expectativas y seguir adelante.