Fuego cruzado entre todos los candidatos desde el minuto uno del debate de candidatos a la presidencia de la Generalitat en À Punt. El gasto público, la corrupción y la presión fiscal han sido algunas de las armas arrojadizas que Ximo Puig, Carlos Mazón, Joan Baldoví, Mamen Peris, Carlos Flores y Héctor Illueca se han lanzado sin el menor rubor nada más comenzar un debate que, en líneas generales, ha transcurrido en un tono sosegado y en los cauces pactados, con algún conato de rifirrafe sin que llegara a producirse, pero lleno de anécdotas llamativas.
El actual president de la Generalitat, Ximo Puig, ha puesto en valor la llegada de Volkswagen a Sagunto y ha aprovechado para anunciar la llegada de "una importante empresa americana" al Camp de Túria, sin entrar en más detalles. El candidato popular, Carlos Mazón, por su parte, le afeaba al ahora president que sonríe demasiado, promete constantemente y afirma que todo va muy bien, pero la realidad es muy otra, con gran cantidad de ciudadanos sin poder llegar a final de mes.

Tanto Joan Baldoví como Ximo Puig y Héctor Illueca han sacado a relucir la comparación del último gobierno del Partido Popular con el del Botànic en varias ocasiones, cosa que les ha afeado Mazón tras dos legislaturas. "En 8 años no han hecho nada", les ha espetado.
Mamen Peris, candidata por Ciudadanos, ha afeado a Baldoví que se haya puesto en el Congreso de los Diputados al servicio de Pedro Sánchez dando la espalda a los intereses de la Comunitat Valenciana, en el que ha sido uno de los momentos extravagantes de la velada, cuando ha mostrado una camiseta con la misma crítica a Baldoví rotulada, evocando uno de los iconos que identificaban a la ahora investigada Mónica Oltra.

El candidato de VOX, Carlos Flores, por su parte, ha vertido duras críticas a los 3 representantes del Botànic que, ha asegurado, ha descuidado la protección de las familias, como núcleo primero del Estado del Bienestar, proponiendo una perspectiva de familia en todas y cada una de las políticas sociales a poner en marcha. Incentivos para la maternidad, exenciones y devoluciones para favorecer, derogación de la ley de la violencia de género, etc.
Ximo Puig ha enarbolado la bandera de la mejora de la Educación con 4.000 profesores más, y ha destacado la desaparición de los barracones estructurales que, según ha recordado, predominaban en tiempos del PP. En lo que a Sanitat respecta, ha destacado el final del copago sanitario, y la subida de un 8% de las pensiones. Mazón ha afeado a Puig de nuevo su costumbre de asegurar que "todo está bien", también en el área de Sanitat, mientras en el Hospital Comarcal de Vinaròs no tienen cardiólogos ni radiólogos, y se han eliminado los CICU (Centro de información y Coordinación de Urgencias) de la provincia de Alicante. Ximo Puig es, según Mazón, el "campeón" de las listas de espera, con más de 400 días en según qué operaciones y qué hospitales.
Illueca ha contestado a Mazón que "hay que tener la cara de cemento armado para hablar de Sanitat" cuando el gobierno del Partido Popular, según ha criticado, troceó la atención sanitaria repartiéndola entre sus amigos con un sistema de conciertos que costó millones de euros a las arcas públicas.

Baldoví ha abundado en la misma línea que Puig en lo que a Educación se refiere, quizás con más conocimiento de causa dado que es una conselleria gestionada por su partido -primero por Vicent Marzà y luego por Raquel Tamarit- felicitándose por la evolución de la Educación Pública bajo el gobierno del Botànic y afeando el papel de la última consellera popular de Cultura, precisamente Maria José Catalá, ahora candidata del PP a la alcaldía de València, a la que Núñez Feijóo ha colocado este jueves como alcaldesa de Barcelona, ha recordado.
El balance de la gestión en lo que a vivienda se refiere también ha tenido su espacio en el debate. Mamen Peris ha citado un caso de viviendas públicas en Alzira que están siendo okupadas sin que se haya producido respuesta alguna desde la Generalitat como ejemplo de una gestión deficitaria en lo que a oferta pública se refiere. No ha perdido ocasión, eso sí, de abundar en una queja suya que ya puso de relieve en otros momentos de la campaña, en cuanto a que Pedro Sánchez había copiado la propuesta de Ciudadanos sobre la posibilidad de ofrecer el aval de la Generalitat a los jóvenes para poder adquirir una vivienda, y aquello a lo que primero el Botánic dijo que no, cuando Sánchez lo puso sobre la mesa, estaba bien propuesto.

Flores reconoció no llevar camisetas ni llaveros ni cosas semejantes al debate, sino únicamente su propia palabra: "La razón frente al espectáculo", afirmó antes de sacar a relucir la compra de votos en Melilla como una práctica deplorable que daña a la propia democracia.
Tras un breve pero intenso momento de tensión entre Mazón y Baldoví, quizás casi el único de la velada, Illueca defendió la oferta de viviendas sociales como una realidad, algo que negó varias veces el candidato popular con su expresión de "cero viviendas".
Baldoví se felicitó por otro de los logros del Botànic, a su parecer, al asegurar que la Comunitat Valenciana ha conseguido reducir la tasa de pobreza hasta obtener la más baja del país. Algo que contrasta, dijo, con los cajones llenos de expedientes de dependencia sin resolver, hasta el punto de que el Botànica ha triplicado el número de personas que perciben la ayuda a la dependencia.

Mazón, en este particular, afirmó que 1.454 personas pidieron la ayuda de dependencia en 2021 y solo se les concedió a 155, y que al final de 2021 había tanto retraso que fallecieron 37.000 personas sin haber llegado a cobrarla. "Hay un colapso de la gestión", señaló.
La cuestión identitaria y lingüística no tuvo un papel protagonista, si bien Mamen Peris acusó a los partidos del Botànic de abrazar el pancatalanismo, y Baldoví acusó a VOX de no querer saber nada del valenciano. Temas como la ampliación del puerto de Valencia, la ley del sí es sí, el cambio climático o el sistema de financiación autonómica, sirvieron también para cruzar reproches y acusaciones.

Joan Baldoví acusó a PP y PSOE de no haber hecho nada para arreglar un problema de financiación "que es esencial para tener más sanitarios, más maestros, más ayudas a la dependencia, en definitiva, para blindar nuestros servicios públicos", dijo.
Puig puso las políticas contra la violencia de género como una prioridad de y para todos, y de hecho reclamó una unidad sin fisuras entre todos los partidos contra esta lacra.
Flores, por su parte, señaló que hay mucha menor seguridad hoy que hace 8 años y volvió a recordar la compra de votos en varios puntos de España.

En otro de los momentos llamativos del debate, Mamen Peris sacó un datáfono para ofrecer a Carlos Mazón pagar los 3.300 millones que la corrupción del gobierno del Partido Popular costó a los valencianos. Lo bien cierto es que el pasado corrupto del PP en la Comunitat Valenciana salió a relucir en varios momentos, con nombres como Cotino, Blasco, Camps o Zaplana -el más mencionado en este sentido- estuvieron en boca de casi todos los candidatos salvo, claro está, Carlos Mazón y tampoco en la de Carlos Flores.
El debate languidecía cuando, casi en el descuento, si vale el símil futbolístico, se cumplió con las apuestas de los corrillos mediáticos e Illueca acusó a "las derechas unificadas", término que repitió una y otra vez hasta convertirlo casi en el 'meme' del debate, de tener detrás a lobbies inmobiliarios y financieros, de obedecer a intereses de esos lobbies, nombrando a Juan Roig y Vicente Boluda como paradigma de las grandes fortunas que exprimen a las clases trabajadoras.
