
Comunicadora
Pero cuidadito tet@s, no nos vengamos muy arriba que nos conocemos. De sexo hay que hablar, en todas y cada una de las etapas de la vida. No es que sea obligatorio pero, a mi parecer, no puede seguir siendo un tema tabú ni vergonzoso. ¡Vamos a ver! ¿A quién no le gusta el sexo?
A parte de tener múltiples beneficios para la salud, el sexo nos divierte, nos acerca a la otra persona y oye ¡Nos lo pasamos bomba! Pero, por desgracia, todavía nos da cierto pudor hablar del tema con nuestros hij@s, herman@s etc.
Desde peques empezamos a hacer preguntas. Las series, películas e incluso los spots de publicidad incluyen escenas eróticas que despiertan el interés de adultos y no tan adultos. Cambiar de canal o contestar a sus inquietudes con un “Cuando seas mayor lo entenderás” no les ayuda en nada, es más, probablemente busquen otras vías por las que conocer la información que necesitan y no sean precisamente las más adecuadas.
A ver Maris y Marios de la vida, si al niño hay que explicarle el proceso por el que ha llegado a este mundo, se le explica. No sigamos con la historia de la semillita o de la cigüeña (que espero, por Dios, que ya esté obsoleta) obviando lo bien que nos lo hemos pasado creando a un nuevo ser. Tampoco hace falta que seamos súper explícitos, pero no intentemos venderles una moto que tarde o temprano van a descubrir.
Conocer qué es el preservativo, cómo se utiliza y todos los métodos anticonceptivos habidos y por haber, ¡es necesario!. Es más, si hay que comprárselos, se los compramos. Saber que no hay que obligar a la otra persona con la que van a mantener relaciones a hacer nada que no quiera, ¡es obligatorio!. Si tienen curiosidad por el Porno, no hay nada malo en contarles que es ficción. ¿Se lo pueden pasar bien viéndolo? Sí, por supuesto. Siendo conscientes de que la realidad es la que se vive fuera de la pequeña pantalla.
Si duele la primera vez, si el himen se ha roto o donde está, por qué les cuesta conseguir la penetración, ¿Pero eso cabe ahí? Sí hij@ sí. Cupiste tú al nacer ¡Qué no va a caber!. ¿Por qué tengo pelos ahí abajo? ¿Puedo tener sexo con la regla? ¿Me puedo quedar embazada con el sexo oral?, Sexo oral… ¿Qué es eso? ¡Ay hij@ si yo te contara!. O cuando descubren tu secreto mejor guardado, con el que disfrutas y te pones a mil EL VIBRADOR… ¿Qué es esto mamá? ¡Tierra trágame!. A tantas preguntas, tantas respuestas ¿No Creéis? Siempre con naturalidad y adaptando la respuesta a la edad de los niñ@s pero, eso sí, sin ocultarles la verdad.
Igual que estudiamos lengua, matemáticas, inglés, etc., el sexo debería ser una asignatura obligatoria, ofrecida conjuntamente por los padres y por expertos en la materia como los sexólogos. A mi cole venía un cura a darnos charlas sobre el tema. ¿Qué queréis que os diga? No creo que sea lo más apropiado, aunque se hiciera por nuestro bien.
Nos olvidamos, en muchas ocasiones, de que antes de formarnos como estudiantes y futuros profesionales, hay que ayudarnos a crecer como personas. Estupendo que tu hij@ sea un crack en matemáticas, pero si luego es un@ maleducad@ ¿De qué le sirve?. Sí, en filosofía el niñ@, dieces pero… te han contado que mantiene sexo sin protección, te llevas las manos a la cabeza y te preguntas ¿Qué he hecho mal? NADA, absolutamente nada. Ser padres no es tarea fácil, pero si quieres que lo sea un poquito más HÁBLALES DE SEXO (o de lo que tengan dudas) y hazlo
con naturalidad.