El juzgado del Instrucción número 1 de Llíria ha imputado a la directora de la residencia de mayores Domus VI de la capital del Camp de Túria por las imágenes difundidas por redes sociales en las que se podría estar atentando contra la integridad moral de una de las residentes.
Si bien no se ha determinado aún la tipificación de delito que se le va a imputar, sí se sabe que la Fiscalía considera los hechos que se reflejan en dichas imágenes como constitutivas de delito contra la integridad moral. En ellas se ve a ancianos usuarios de esta residencia atados en sillas, algunos de ellos llagados, otros desnudos, y aparentemente desatendidos para comer o al caer al suelo.
La Fiscalía Provincial de Valencia ha indicado que las situaciones de abandono y desprotección que se evidencias en estas imágenes, que supuestamente se han producido en esta residencia, pueden ser constitutivos de varios delitos contemplados en el artículo 173.1 del Código Penal, que hace referencia a los delitos contra la integridad y que dice así:
“El que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años. Con la misma pena serán castigados los que, en el ámbito de cualquier relación laboral o funcionarial y prevaliéndose de su relación de superioridad, realicen contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima. Se impondrá también la misma pena al que de forma reiterada lleve a cabo actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, tengan por objeto impedir el legítimo disfrute de la vivienda”.
A la vista de lo cual, el Juzgado de Instrucción número 1 de Llíria ha abierto una causa en la que consta como investigada, de momento, la directora del centro y las dos empresas implicadas en la gestión del centro.
La residencia en la que supuestamente han ocurrido los hechos que se van a juzgar en la causa abierta pertenece a una empresa que en estos momentos está en el ojo del huracán desde que algunos de sus centros han pasado al primer plano de la actualidad a raíz de varias incidencias por la pandemia.
Es el caso de la residencia de Alcoi, sobre la que pesa una multa de 40.000 euros por incidencias previas a la pandemia, y que además ha tenido una incidencia del coronavirus muy significativa, desatando la protesta airada de los familiares de los residentes.
También ha cobrado repercusión un brote de coronavirus con 71 personas contagiadas entre residentes y empleados detectado en los primeros días de este mes de noviembre en la residencia de esta misma cadena en Elda.
La pandemia de coronavirus en la que nos hayamos inmersos , y que se ceba especialmente en las personas mayores, está destapando una situación en diversas residencias de la Comunitat Valencianas, que sonroja e indigna a partes iguales a propios y extraños, poniendo en algunos casos un trato inhumano a personas que no dejan de presentar una evidente indefensión.