Comienza este lunes en la Audiencia Provincial de Castellón el juicio contra el propietario de un bar de Benicàssim que agredió con una barra, apuñaló y degolló a un cliente habitual del establecimiento que se encontraba sentado en la terraza del mismo, tras sufrir alucinaciones provocadas al trastorno psiquiátrico que padecía. Unos hechos por los que la Fiscalía pide para el acusado 22 años de internamiento en un centro psiquiátrico.
Así el juicio, que se celebra con jurado este lunes, y seguirá martes y miércoes, ha comenzado con el relato de los hechos por parte del Ministerio Fiscal, según el cual el acusado era gerente de una cafetería en Benicàssim y afectado de un trastorno bipolar y esquizofrenia que “anulaban su capacidad intelectiva y volitiva”.
Poco antes de las 8 horas del 8 de julio de 2017, el procesado atendió a la víctima, un cliente habitual del establecimiento, y mientras trabajaba y, como consecuencia de su dolencia psiquiátrica, “empezó a sufrir alucinaciones auditivas que le llevaron a la firme convicción de que tenía que acabar con la vida del hombre” que estaba sentado en la terraza del establecimiento, de espaldas a la puerta del bar. El acusado “colocó una barra de hierro y dos cuchillos grandes de cocina y esperó pacientemente a que por la calle no transitaran coches ni transeúntes”.
Así, a las 7.56 horas, cogió la barra y se acercó a la víctima por sorpresa, golpeándole en la cabeza “fuertemente” hasta en 10 ocasiones que le provocaron lesiones graves -de riesgo vital- y un aturdimiento que le impidió huir. A continuación, el acusado cogió uno de los cuchillos y le asestó una fuerte puñalada por el costado -también de riesgo vital- y cogió el segundo cuchillo con el que “le seccionó brutalmente su cuello de izquierda a derecha” lo que “provocó su muerte inmediata”.
Los hechos relatados son constitutivos de un delito de asesinato, concluye el fiscal, por lo que pide para el acusado internamiento en un centro psiquiátrico “adecuado para su dolencia” durante un periodo máximo de 22 años, así como la inhabilitación para el ejercicio de la profesión y empleo relacionado con el comercio y hostelería por 5 años.
Además se pide una indemnización a la mujer del fallecido de 310.652 euros, más los gastos del sepelio, valorado en 6.545 euros, y otra indemnización a su hijo de 63.057 euros.