El entretenimiento es una de las actividades que ha estado presente desde los inicios de la civilización, siendo el componente de aleatoriedad uno de los elementos más importantes a la hora de definir a qué jugamos.
Los dados más antiguos de la humanidad datan del Antiguo Egipto y existe evidencia de juegos de azar en los vestigios de la civilización china.
Tras su aparición, los juegos de azar no han parado de evolucionar, incorporando cada vez nuevos elementos como las cartas y la ruleta, de enorme popularidad en los casinos contemporáneos.
Actualmente, la historia de las apuestas se continúa escribiendo y los juegos de azar online mandan la partida en cuánto entretenimiento y oportunidades de retorno.
El inicio de los juegos de suerte
Las primeras entretenciones de azar contaban con reglas aún incipientes y a diferencia de los juegos modernos, la obtención de riqueza no era un componente fundamental, más bien lo era el esparcimiento.
Los griegos y los romanos utilizaban las apuestas de animales como una forma de entretención y existe evidencia de adiestradores dedicados a la cría de mascotas con este solo propósito.
Las cartas también cuentan de larga data. Según los expertos, su nacimiento se ubica en el siglo IX en China, y, aunque se desconoce exactamente cómo era su funcionamiento, ya contaban con elementos modernos como los colores y las figuras humanas.
Tras su aparición, los juegos de azar no se detuvieron en su evolución, avanzando conjuntamente con las sociedades y organizándose para establecer reglas cada vez más prolijas.
La época de oro de los casinos físicos
El establecimiento de los sitios de juego físicos se debe enormemente al surgimiento de dos juegos específicos: la ruleta y el póker.
La creación de la ruleta moderna se atribuye a los franceses mientras que los indicios del póker se ubican en la civilización persa, con ambos juegos popularizándose sustancialmente en el siglo XVII.
Los primeros sitios de apuesta físicos surgieron en Italia en la década de 1650 y se expandieron rápidamente por el resto de Europa durante las épocas venideras.
Por su parte, en Estados Unidos, el juego llegó primero de la mano de los migrantes y se popularizó entre los comerciantes y la población acaudalada.
Tras varias décadas de prosperidad se crearon las máquinas tragaperras en el año 1891, un adelanto que impulsaría la creación de casinos físicos en todas partes del globo.
La virtualidad y los casinos en línea
Durante la década del noventa fueron establecidos los cimientos de la industria de los juegos de azar en la actualidad.
Las máquinas tragaperras se llevaron a la virtualidad, se crearon licencias para el funcionamiento de los casinos online, y empezaron a surgir las primeras firmas desarrolladoras de juegos de azar.
En sus inicios, los casinos online tuvieron un crecimiento lento, pero esto cambió rápidamente con la masificación del Internet vista desde inicios del siglo XXI.
Los juegos de tragamonedas, los torneos de póker, y las apuestas deportivas, se popularizaron rápidamente en el entorno en línea, conllevando a un drástico aumento en la base de jugadores.
Posteriormente, se dio el lanzamiento de la modalidad de juego en vivo, con la cual los casinos en línea se ubicaban al mismo nivel que sus contrapartes físicas en cuanto a oferta de entretenimiento.
En la actualidad, las apuestas en línea son una de las modalidades preferidas por los aficionados españoles de los juegos de azar.
En España, se estima que existen más de 1.3 millones de apostadores activos, cifra que ha aumentado con las medidas de restricción a la movilidad acusadas por la pandemia de Coronavirus.
¿Cómo será el juego en el futuro?
Son muchas las sorpresas que depara la industria de las apuestas para los años venideros, algunas de las cuales ya empiezan a hacer mella en los jugadores.
Primeramente, la tecnología de la cadena de bloques promete revolucionar las transacciones en los casinos, debido a sus características de seguridad, anonimato, y seguridad.
Por otro lado, la realidad virtual se perfila como uno de los adelantos más provechosos para las apuestas online, pues permite recrear en un entorno simulado y de manera fidedigna cualquier experiencia en un casino físico.
Queda por esperar cómo se desenvolverá el sector del juego ante el rápido avance tecnológico y si realmente estará a la altura para satisfacer las necesidades de entretenimiento poblacionales, cada vez más demandantes.