La Guardia Civil apurará el plazo máximo de detención de 72 horas previsto en la Ley para llevar ante el juez al asesino confeso de Alina, la mujer de nacionalidad rumana que fue encontrada muerte en un contenedor de basuras de Moraira.
Mientras tanto, el cadáver de Alina está a la espera de ser repatriado a su país de origen, Rumanía. La fallecida deja huérfano a un menor de 14 años de edad.
Tal y como ya informó este diario el pasado lunes, todo empezó a las 8 de la mañana de ese día cuando los operarios del servicio de limpieza abrieron un contenedor subterráneo de una urbanización de Moraira para echar unas bolsas dentro y observaron rastros de sangre y, por fin, la víctima degollada, envuelta en una colcha.
Las primeras investigaciones revelaron que Alina había sido degollada y que, a tenor de las heridas en antebrazos y manos, se había intentado defender.
A las 24 horas, su presunto asesino se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Moraira y confesó el asesinato de la que había sido su pareja.
El ahora detenido, que cuenta con antecedentes de violencia machista, ya había tenido una orden de alejamiento respecto a Alina, pero al no ratificar ésta la denuncia inicial, la orden caducó.
En el día de ayer, multitud de poblaciones e instituciones públicas y privadas se sumaron a los tres minutos de silencio convocados desde la Generalitat en señal de duelo y repulsa contra la violencia machista.