Estos días corre peligro un paraje rebosante de flora y fauna, casi un oasis que ha salido indemne de los incendios forestales y las macroinstalaciones fotovoltaicas sin control. La Hunde, en Ayora, es una extensión de 4.884,70 hectáreas que ha pasado y pasa por ser una de las reservas naturales de la provincia de Valencia y así lo han entendido expertos y responsables durante años.
La Hunde, además de un sinfín de extensos pinares, ricos en carrasca y otras especies nobles de bosque mediterráneo, tiene en su seno microrreservas de flora, con pastizales y zonas de labor, fuentes naturales, instalaciones forestales y recreativas, y varias parejas de águilas reales asentadas e incluso una de ellas en periodo de nidificación, una gran variedad de fauna en general y hasta grabados del Paleolítico Superior identificados y catalogados. En definitiva, un lugar que a todas luces merece la pena no solo conservar, sino proteger a toda costa por su alto valor ecológico y patrimonial.
Tanto es así que hace tan sólo un año, este paraje fue escogido para implantar en él parte de un proyecto de atracción del águila imperial para que pudiera asentarse en esta zona, como parte de una estrategia dirigida a recuperar especies en peligro crítico de extinción. La Hunde-Palomera iba a convertirse en un Refugio de Fauna porque reunía las condiciones perfectas para ello. Aquel proyecto, que nunca llegó a concretarse, contemplaba claramente la prohibición de cualquier tipo de actividad cinegética, esto es, de caza.
De hecho, el Informe Técnico 01/2021 del Servicio de Vida Silvestre de la Dirección General de Medio Natural de marzo de 2021 titulado ‘Proyecto de Atracción de Águila Imperial a la Comunitat Valenciana. Actuaciones 2017-2020’, accesible en la web de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, señala en sus conclusiones que “respecto al águila imperial, se ha comprobado el aumento de observaciones de ejemplares juveniles y se han iniciado trabajos de mejora para la especie en el monte de La Hunde. Sin embargo, el desarrollo de acciones más específicas requiere de la adopción de un régimen especial de protección (Refugio de Fauna)”.
Sin embargo, este maravilloso paraje y aquellos que lo conocen y/o aman, se han llevado un auténtico golpe de realidad. No sólo no se han llevado a cabo medidas para proteger este idílico lugar sino que va a salir a subasta por 1.365,08 euros para convertirlo en coto de caza, en un procedimiento cerrado al que no puede concurrir cualquiera sino que, tal y como reza en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, en el que se ha hecho pública esta subasta, «solo podrán participar en el procedimiento para su adjudicación las entidades locales o sociedades de cazadores sin ánimo de lucro, en los términos de la disposición adicional séptima de la Ley 13/2004, de 27 de diciembre, de caza de la Comunidad Valenciana».
No hace falta decir que el coto de caza y el Refugio de Fauna son incompatibles. Esta subasta constituye a todas luces dar la espalda a la riqueza ecológica que atesora La Hunde-Palomera y, tal y como señalan colectivos conservacionistas de la zona, «para resolver acertadamente esta situación convendría que los responsables pisaran terreno y conocieran directamente lo que está en sus manos, se dejaran acompañar y atendieran razones para la conservación de la biodiversidad y los propios intereses de vecinos y visitantes». En definitiva, qué es lo que se está condenando con este procedimiento que este jueves se va a completar.
Hay que luchar por conservar la naturaleza y no creo que sea necesario hacer un coto de caza en una rerserva.
La ignorancia ý el sectarismo ideológico, son lo que se desprenden de éste panfleto supuestamente conservacionista. Cualquiera que pretenda conocer la situación actual de la naturaleza en España y de sus especies más emblemáticas sabrá que en zonas gestionadas cinegeticamente se encuentran la mayoría de individuos de especies protegidas y que gracias al control por la caza de grandes mamíferos el ecosistema mantiene un equilibrio mejor que allí donde la «etica» animalista ha conseguido que al prohibir la caza ( generadora además de ingresos en zonas empobrecidas) exista una sobreexplotacion del medio, que conlleva pérdida de biodiversidad y epizootias como la sarna, que sólo se pueden subsanar con dinero de todos para lograr con dificultad lo que antes hacía la caza no gratis, si no con grandes ingresos para la Hacienda pública. Así que tranquilos los amantes sinceros de la naturaleza, aquí no hay información, sino odio hacia una actividad ancestral beneficiosa, cuando no afán de dirigir subvenciones en favor de ciertas organizaciones que viven de ellas y que tienen como excusa la conservación para obtener fines ideológicos de prohibir lo que no les gusta y económicos, antes que la defensa del medio natural y sus habitantes, animales y humanos.
En que se basa el redactor de esta noticia para decir que el refugio de fauna y el coto de caza son incompatibles?? La caza es una actividad regulada y perfectamente compatible con cualquier medida de protección de la fauna o el medio natural. Otra cosa es que ha usted no le guste o no la comprenda, pero entonces el problema lo tiene usted, no el medio.
Después de leer este artículo y ver su tendencia animalista con el que no estoy en nada de acuerdo,y como conocedor de la zona, me parece que la postura de animalistas y conservacionistas es la misma que en todas las reservas nacionales donde se prohíbe la caza,es lo único que quieren,pero no les importa que los celadores de esas reservas maten los animales sin beneficio para nadie y ruina para la gente que vive de la caza, hoteles,bares etc.todavia estoy por ver a uno de esos salvadores de la fauna y flora subir a poner comida y agua a los animales, hay países civilizados que ven a la caza y a los cazadores imprescindibles para gestionar la naturaleza y aquí la quieren gestionar los de las subvenciones … si los dejamos.
Buenas noches, creo que las actividades cinegeticas bien gestionada, no tienen por qué ser un problema, es más conozco casos de reservas de caza, que hoy gozan de buena salud de fauna y flora, el problema no son los cazadores, son los políticos. La política es una lacra y el pueblo la alimenta.
Un 10 para los anteriores comentarios
La caza es respeto y amor por la naturaleza
Yo vivo a 5 kms y la caza deja dinero en las pocas manos que tienen la titularidad de los cotos, apenas genera empleo y las 4 comidas que se llevan los bares de la zona se las pueden llevar igual de senderistas. Se han arreglado las sendas y es un lugar con un gran potencial turístico, la caza es una actividad donde 5 señores aprovechan 500 hectareas de monte echando a senderistas, seteros y cualquier persona que pretenda ir al campo.