El amianto es uno de los materiales más polémicos de las últimas décadas, puesto que debido a su bajo precio y a sus características técnicas se han fabricado con él cientos de productos en todo el mundo, también en España.
Se prohibió en 2022, pero para entonces ya estaba en miles de edificios, en donde hay tanto que incluso ya existen servicios de retirada de amianto en Valencia y en resto de ciudades españolas.

España ha tenido que crear una normativa para retirarlo
Ya hace años que tanto los médicos como los afectados por el amianto presionan a las autoridades con el fin de que legislen y creen un fondo de compensación para las personas que han sufrido los efectos perniciosos de este compuesto.
Desde la UE han hecho lo mismo y por eso ha salido la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que aunque no es tan ambiciosa como se pedía, sí que dice que en 2028 hay que eliminar todo el amianto de España.
La Generalitat debe realizar un censo de carácter público
A partir de ahora, las autoridades valencianas se van a ver obligadas a localizar todo el asbesto que exista en sus edificios públicos, algo que por el momento no se sabe muy bien de qué manera se va a llevar a cabo.
Como suele ser habitual, parece que la respuesta va a venir por parte de la empresa privada, puesto que ya se están intentando desarrollar metodologías que identifiquen dónde se encuentran los contaminantes.
Los drones pueden ser de gran ayuda, así como la inteligencia artificial o incluso los códigos QR, pero no hay que olvidar que parte de la uralita está en zonas que no se ven, en el subsuelo de muchas calles y edificios, pues se empleó para construir las canalizaciones de las aguas negras.
Parece que las entidades públicas no están por la labor de cumplir la ley
Narciso Jiménez Martín es el director de la plataforma del amianto, en la cual ofertan su retirada en Valencia, de manera que conoce muy bien el asbesto que hay en la provincia y cómo están actuando las autoridades.
En varias declaraciones, habla sin tapujos y explica que por el momento a los gobernantes les importa poco el tema, pues ni comentan nada sobre él ni aportan recursos públicos para cumplir las leyes que ellos mismos han promulgado.
De esta forma, Narciso no es muy optimista, aunque sí que espera que al menos el amianto se retire de los sitios más críticos como los hospitales y los colegios, ya que en los de construcción más antigua aún se puede encontrar asbesto.
La uralita, un material en cuya composición se incluye el amianto, aún está en miles de edificios de la geografía valenciana. Ahora, al fin ha salido una ley que obliga a que en 2028 todo el amianto se retire, pero esto cuesta dinero y parece que incluso las autoridades no están muy interesadas en quitarlo de sus edificios.