Bajo una capa de pintura han aparecido dos ángeles que flanquean la composición
Debido a la capa de preparación sobre la que estas figuras se encuentran representadas, los restauradores está estudiando la antigüedad de dicho añadido con la finalidad de averiguar su finalidad, que bien pudo realizarse para completar la escena, o bien por un cambio de gusto estético.
La obra Salvador Eucarístico ingresa en el Museo de Bellas Artes de Castellón en 1940 procedente de un legado que se realiza a la Diputación de Castellón. Representa la figura de Cristo en actitud de la consagración con el Cáliz de la Última Cena que se conserva en la Catedral de Valencia. El óleo está adherido a una tabla que hace de portezuela de tabernáculo, en la que se representa por el anverso la figura del Salvador y por el reverso una ornamentación floral que podría adscribirse a mediados del siglo XVII.
Esta pintura es una magnífica interpretación en clave barroca de uno de los prototipos del Salvador Eucarístico que ideó el pintor Joan de Joanes en el siglo XVI. Su ascendente más remoto es el modelo que realizó para la capilla de San Pedro de la catedral de Valencia.
Aunque el catálogo de obras que le han sido atribuidas a Urbano Fos es muy debatido, esta pintura presenta numerosas concomitancias estilísticas con un San Vicente Ferrer, conservado en el Museo del Prado, que tradicionalmente le viene siendo atribuido y que perteneció, al igual que el San Vicente Mártir con el que forma pareja, a la colección del rey Carlos IV.
Aunque sin pruebas documentales, no sería descabellado pensar que pudiera tratarse del Salvador Eucarístico que pintó Urbano Fos para el sagrario de la parroquia de Santa María de Castellón.