Segundo ministro valenciano del gobierno de Pedro Sánchez que dimite por un escándalo de corrupción política. Y segundo político que dimite por las dudas sobre un máster cursado en la Universidad Rey Juan Carlos I, la misma que precipitó la caída de Cristina Cifuentes y que tiene abierta una investigación con Pablo Casado como protagonista. Carmen Montón, incapaz de dar explicaciones mínimamente coherentes que despejaran las dudas que pusiera de manifiesto una exclusiva el periódico digital Eldiario.es, ha tomado la decisión de dimitir de su cargo.
Un máster sobre estudios multidisciplinares de género ha sido el causante. Las declaraciones de la ya ex ministra, que no ha sabido ni localizar geográficamente el centro en el que se impartía dicho máster, no han hecho sino arrojar más dudas sobre su veracidad, por no hablar de algunos párrafos del trabajo fin de máster, copiados de otros autores sin cita alguna a ellos.
La versión dada por la propia ministra es que dimite para no perjudicar al gobierno de Pedro Sánchez quien, apenas unas horas antes del anuncio de Montón, hablaba de su “extraordinario” trabajo en Sanidad, mostrando su apoyo públicamente a la valenciana. “He sido transparente y honesta”, ha espetado Montón en su comparecencia ante los medios, asegurando que tiene “la conciencia muy tranquila”.

Lo cierto es que a pesar de haberse ofrecido en un primer momento a enseñar el documento de la polémica, posteriormente se ha negado a fotocopiarlo para así poder cotejarlo. Una torpeza más de las varias que la ya ex ministra ha cometido, lo que lejos de despejar las dudas sobre su honorabilidad, no ha hecho más que aumentarlas.
La puesta en escena de la ex ministra y ex consellera ha sido igual de inconsistente, ilusa y poco convincente que sus aclaraciones para desmentir las acusaciones del diario que ha destapado el escándalo. Tras un comienzo entimentalista y un tanto lacrimógeno en el que se ha despedido con “sincero afecto” de sus compañeros ministros, ha sido superado sólo por un alarde de elogios al trabajo realizado en estos 100 días de gobierno para parafrasear a su anterior presidente, Ximo Puig, al recordar que accedió a ser ministra con la ilusión de “cambiar las cosas y mejorar la vida de las personas”. El trabajo de este gobierno, para Montón, ha sido y es impecable aunque hay “mucho trabajo por hacer”.
Pero el momento quizás más significativo ha sido el del auténtico panegírico que ha hecho de su propio trabajo como ministra al poner en valor sus logros como “la recuperación de la Asistencia Sanitaria Universal”, el acceso a las técnicas de reproducción asistida para mujeres solas y lesbianas, el avance hacia la Ley de Violencia hacia los Menores, etc.
María Luisa Carcedo, una histórica del PSOE asturiano, es la nueva ministra tras la dimisión de Montón. Fiel en todo momento a Pedro Sánchez, incluso en sus momentos más bajos en el PSOE, ocupaba el cargo de Alta Comisionada para la Lucha contra la Pobreza Infantil, en el mismo Ministerio de Sanidad, desde el cambio de Gobierno.