Según las estimaciones realizadas por la Unió Llauradora en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana, se prevé una cosecha de cítricos para la campaña 2023-2024 de aproximadamente 2,8 millones de toneladas, lo que representa un 2% menos que la campaña anterior. Este volumen de producción estaría por debajo de la media, situándose como la quinta campaña consecutiva con una cosecha reducida.
La reducción en la capacidad productora se atribuye a diversos factores, entre ellos las inclemencias meteorológicas que ocurrieron a finales del invierno y la primavera de este año. Las altas temperaturas y la baja humedad en los meses de marzo y abril dificultaron el cuajado y provocaron una caída masiva de fruta.
Además de los factores meteorológicos, otros aspectos que han afectado la producción de cítricos incluyen el bajo aprovechamiento comercial debido a plagas, la presencia de árboles viejos con menor rendimiento y el abandono creciente de campos de cultivo debido a la baja rentabilidad en los últimos años.
La Unió Llauradora considera fundamental contar con una buena sanidad vegetal y un control de plagas eficiente para evitar pérdidas de fruta no comercial debido al impacto de las plagas. También destaca el aumento desmesurado de los costes de producción, incluidos electricidad, fertilizantes, gasóleo, mano de obra y tratamientos fitosanitarios, lo que ha provocado una descapitalización progresiva de los agricultores en los últimos años.
Con un volumen de fruta similar al del año anterior y un déficit de fruta en momentos puntuales, se espera que haya un suministro ajustado que podría favorecer precios en origen favorables y estables, siempre y cuando la demanda se mantenga dentro de parámetros de normalidad.
La organización agraria ve fundamental realizar campañas de promoción de los cítricos para aumentar el consumo, y ha solicitado al Ministerio de Agricultura que realice campañas de promoción tanto a nivel de la Unión Europea como en países terceros. Por otro lado, la Generalitat debería seguir impulsando la campaña consensuada por todo el sector citrícola valenciano a través de la IGP Cítricos Valencianos para consolidar y mejorar el consumo de cítricos en el mercado interior.
Asimismo, la Unió Llauradora sostiene que ratificar o suscribir acuerdos por parte de la UE con terceros países sin realizar estudios profundos sobre su impacto en el sector agrario y las posibles consecuencias en materia fitosanitaria es un grave error. La organización agraria pide un refuerzo de las medidas en origen para controlar enfermedades no presentes aún en la citricultura europea y la suspensión automática de las importaciones de cítricos procedentes de aquellos países terceros que no puedan garantizar la seguridad fitosanitaria de sus envíos. También aboga por la extensión del tratamiento de frío a las mandarinas para evitar la entrada de la Falsa polilla.