Cuántas veces habremos pasado por la Plaza de la Virgen junto a la lápida central con una frase en latín que no entendemos, indiferentes a la historia que se cuenta: “IUINIUS BRUTUS COS. IN HISPANIA IS QUI SUB VIRATHO MILITAVERUNT AGROS ET OPPIDUM DEDIT, QUOD VOCATUM EST VALENTIA”. Pues es la frase del historiador romano Tito Livio narrando ni más ni menos que la creación de nuestra querida ciudad: “Junio Bruto, cónsul en Hispania a los que en tiempos de Viriato fueron soldados, campos y una ciudad dió, que fue llamada Valencia”.
La historia comienza hace 2.000 años, el río Turia, hoy convertido en los Jardines del Turia y sin agua por la ciudad de Valencia pero por aquel entonces se desparramaba en múltiples brazos antes de verterse al Mediterráneo. Era una zona de marismas, insalubre y palúdica, que los íberos habían rechazado por ser poco higiénica.

Pero los romanos, que ya tenían experiencias positivas en eso de asentarse en territorios húmedos y complicados “Roma estaba en una situación parecida”, en su caso provocada por el río Tíber, no se arredraron.

En el año 138 a. C. el cónsul romano Décimo Junio Bruto Galaico licenció sus tropas de las campañas lusitanas. Como recompensa a la gallardía y coraje de sus hombres les concedió tierras en el levante hispano, exactamente en una isla fluvial cerca de la desembocadura del río Turia (Turius o Tyris), que estaba estratégicamente ubicada en el mejor vado natural del río por donde pasaba la Vía Heraclea, conocida después como Vía Augusta.
La nueva aldea, que recibió el nombre de "Valentia Edetanorum" pronto obtuvo el rango de colonia. El nombre de “Valentia” por la valentía de los soldados romanos licenciados que batallaron contra Viriato y “Edetanorum” por la región que por aquel entonces era la edetana, nombre que recibía por la principal ciudad íbera del lugar, la Edeta, situada más hacia el interior en la localidad de Liria
Las dos calles principales eran las que separaban la ciudad; el Cardo máximo y el Decumeno máximo.En cada extremo se encontraban cuatro puertas que daban acceso a la ciudad: la Saguntina(norte), la Sucronense(sur), la Celtiberia (oeste) y la del Mar (este). El lugar donde estas dos calles se cruzaban es la actual Plaza de la Almoina.serían las actuales calles Salvador-Almoina la primera y Caballeros la segunda.

Durante el gobierno de la República romana, en el año 75 a. C. la ciudad es destruida durante la guerra entre Pompeyo y Sertorio, atestiguado por armas y restos humanos con muertes violentas que fueron encontrados. Después de ésto, estuvo unos 50 años abandonada y resurge en todo su esplendor y expansión durante el dominio del Imperio añadiéndose entre otros edificios el recién hallado circo romano. Durante la caída del imperio es destruida entre el 260 y el 270, y reconstruida rápidamente aunque de menor tamaño ya que se abandonaron varias edificaciones del perímetro, dando paso a la época visigoda en el siglo V d. c.
Tendremos ocasión de continuar investigando y contando curiosidades no conocidas de la riquísima historia de València, pero eso ya es cosa de otro día.