Más de medio centenar de municipios de la Comunitat Valenciana, especialmente de la provincia de Valencia, han comunicado este martes la suspensión de las clases y la actividad deportiva en sus poblaciones este miércoles ante la llegada de una nueva dana.
Esta decisión se toma después de la dana que arrasó parte de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre, y ante el aviso naranja por lluvias de 40 litros por metro cuadrado en una hora, y 120 en doce horas, que ha activado Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Según ha informado a EFE la Conselleria de Educación, en la provincia de Valencia han comunicado la suspensión de las clases muchos de los municipios gravemente afectados por las inundaciones, como Chiva, Aldaia, Paiporta, L’Alcudia, Algemesí o Torrent.
También lo han hecho València, Sueca, Picassent, Cullera, Alaquàs, Quart de Poblet, Xirivella, Paterna o Burjassot, Mislata, Museros, Alfara del Patriarca, Albalat, Almussafes, Manises o Sollana.
En la provincia de Alicante, los municipios que de momento han comunicado la suspensión de clases son Dénia, Xàbia, Llíber, Xaló, Alcalalí, Pedreguer, Gata de Gorgos, Senija, Calpe (ha suspendido las actividades la tarde de este martes y está pendiente de decidir las del miércoles), Orba, Teulada, Ondara, Pego y Els Poblets.
También los de Benissa, Benigembla, Sagra, Sanet i Negrals, El Ràfol d'Almúnia, Benimeli, El Verger, Teulada, Tormos, La Vall de Laguar y Benidoleig.
En Castellón, los únicos ayuntamientos que hasta ahora han comunicado el cierre de sus centros educativos ante la nueva dana han sido Benicarló, Peñíscola, Santa Magdalena de Pulpís y Alcalà de Xivert-Alcossebre.
Varios alcaldes del PSPV-PSOE, como los Mislata, Sedaví o Silla, han remitido cartas a la Conselleria de Educación en la que le piden que sea la administración autonómica la que fije una directriz sobre la suspensión de clases cuando hay alerta.
En la carta, señalan que no es competencia de los ayuntamientos analizar la emergencia que pueda afectar a más de un municipio en concreto y tampoco la toma de decisiones que afectan a una zona definida, en cuanto a la conveniencia de suspender las actividades lectivas en los centros educativos los días en los que se produce la alerta meteorológica correspondiente.
"Las alcaldes y alcaldesas ya tomamos las decisiones que corresponden, en cada caso, y para garantizar la seguridad de la ciudadanía, sobre las instalaciones municipales, centros deportivos, culturales y espacios públicos municipales", señalan en el escrito.
Pero consideran que no deberían asumir, "de forma independiente y subjetiva, sin ningún tipo de instrucción por parte de la administración competente, la conveniencia o no de suspender la jornada lectiva en un centro educativo, máxime cuando la emergencia prevista afecta a un área que excede del ámbito de un municipio concreto".