Durante estos últimos días, han finalizado los trabajos de instalación la pasarela ciclista y peatonal impulsada por el Ayuntamiento de Llíria y la Generalitat Valenciana para conectar el casco urbano con las urbanizaciones del entorno del parque de Sant Vicent, y salvar así el trazado de la autovía CV-35 de València-Ademuz.
Según han informado el concejal de Movilidad Sostenible de Llíria, Paco García, este proyecto "había sido una reivindicación vecinal, de la que nos hicimos eco desde el Ayuntamiento y solicitamos a la Conselleria de Infraestructuras y Territorio que iniciase los trámites para poder crear esta nueva infraestructura, que permitirá conectar a través del Polígono de Rascanya, los núcleos residenciales del entorno de Sant Vicent con el núcleo urbano a través del Camí de Safareig".
Eliminando barreras y promoviendo la movilidad sostenible
Desde que se construyó la autovía CV-35 en el año 1991, los municipios ubicados en su trayecto se habían quedado, en algunos casos, incomunicados por otros medios de locomoción que no fuesen el coche. Por ello, en esta última década se han eliminado estas barreras físicas implantado nuevas pasarelas ciclistas y peatonales, que han servido para la interconexión de barrios o zonas de diferentes municipios del Camp de Túria.
"Con la pasarela que se ha instalado en Llíria se van a vertebrar mejor los barrios de la localidad y podemos unir las zonas residenciales de las urbanizaciones sin necesidad de depender de vehículos a motor, al poder vencer mejor la barrera física que suponía la autovía València-Ademuz CV-35", ha manifestado el alcalde de la localidad, Joanma Miguel.