Un maestro residente en Paterna acusado de un delito de incitación al odio por un comentario en contra el torero segoviano Víctor Barrio tras su muerte de una cornada en Teruel el 9 de julio de 2016 ha negado ser el autor y ha asegurado que le hackearon su perfil de Facebook.
En la vista oral que se ha celebrado este jueves en el Juzgado de lo Penal de Segovia, donde han comparecido como testigo los padres y la viuda del diestro, el fiscal ha pedido 4 años de cárcel para el maestro, mientras que la acusación ha solicitado tres años de prisión o dos, alternativamente.
La defensa ha pedido la absolución, por entender que no hay prueba de cargo y que el mensaje no reunía los requisitos de incitación al odio, en tanto que la compañía Facebook ha pedido ser absuelta de la posible responsabilidad subsidiaria.
Además, la fiscal ha solicitado una multa para el acusado de 12 meses a diez euros por día (3.650 euros), la inhabilitación como docente durante ocho años y una indemnización de 40.000 euros en total para los padres del torero, su viuda y la Fundación Toro de Lidia.
La acusación, por su parte, ha reclamado una indemnización de 30.000 euros y se ha sumado a la argumentación de la Fiscalía, que se ha basado en el menosprecio y el insulto, contra el honor y la dignidad, que, según ha esgrimido, no se pueden amparar en la libertad de expresión.
En su testimonio, antes de que el caso quedara visto para sentencia, el maestro se ha declarado inocente y ha insistido en que él no había publicado el mensaje que insultaba al torero ni a su familia, en el que se consideraba que la muerte del diestro “era un día alegre para la humanidad”.
En sus preguntas, la fiscal ha tratado de vincular al maestro con otros comentarios realizados con anterioridad en su muro de Facebook contra Padilla y Rivera Ordóñez, en 2014 y 2015, a lo que el acusado ha negado que los escribiera argumentando que también le habían suplantado la identidad ya en esos años.
Asimismo, ha dicho que desconocía la existencia de esos comentarios porque no solía leer su muro, nada más los mensajes que le escribían los amigos, y solo se enteró de lo de Barrio por la repercusión mediática, por lo que optó por retirarlo.
El maestro ha recordado que denunció ante la Policía la presunta suplantación de identidad y que, a consecuencia de todo esto, sufrió amenazas incluso manifestaciones a la puerta de su casa.