
El autor es una personalidad respetada desde hace mucho tiempo en el mundo literario: profesor universitario, maestro de futuros escritores, ejemplo impecable para quienes de ella hicieron su profesión y escritor apasionado y preciso.
Para Eloy Tizón escribir es reconciliarse consigo mismo, explorar su alma, reconocer la realidad que le envuelve y descifrar el destino que le aguarda, y a todos nosotros sus lectores con él.
Nada que brille con mucha intensidad puede ser muy largo. Sus obras, no importa si fueron novelas relatos o ensayos, están diseñadas como destellos intensos. Son cada uno de los golpes con que el cincel del escultor construye su obra. Difíciles, arriesgados, precisos, únicos. Sin embargo, no alcanzarían su objetivo si no respondieran disciplinadamente al proyecto que bulle en la mente del artista.
En esta obra, nos entrega nueve relatos. Cada uno de ellos nos transporta a otro universo. Fluyen las palabras sin alardes y te atrapan sin notarlo. Se parecen mucho a una confesión intima de un amigo al que quieres y escuchas con interés. Resulta que después de leerlos, algo en ti ya no es lo mismo. Hay algo que queda flotando en el espíritu: a todos nos gustaría hablar, escribir, pensar como él. No en el fondo, que puede ser, sino en la forma, esa forma que algunos le envidian.
La cortina que nubla nuestro corazón es muy difícil de descorrer cuando quieres mostrar lo que alberga. Por eso, cuando alguien es capaz de hacerlo nos maravilla. Cada uno de los asuntos que trata son trascendentes porque cada uno de ellos forma parte de nosotros mismos, de nuestras ideas, de nuestras ilusiones, de nuestros miedos; o de todo lo contrario, de lo que no seremos o de lo que no fuimos. El espectáculo de lo ajeno también es apasionante.
Hace ya algún tiempo, Marzo 2019, leí de él Herido Leve y publicamos esto: 'Herido leve', un libro a tener en cuenta (noticiascv.com). Entonces nos dijo:” Un libro siempre es un mensaje del alma de quien lo escribe”. En éste que hoy presentamos hay mucha alma en el mensaje.
En alguno de los relatos de este libro, los personajes están tan bien construidos que parecen reportajes de personas reales. Incluso llegué a buscar a alguno en la RED por si existían de verdad. Cuando se lo dije al autor, sonriendo me anticipó: “hoy no existen, pero existirán”. Sorprendente y turbador. Imagino que se refería a su futura existencia en la ficción literaria.
Pregunto: ¿Qué piensa de sus lectores? ¿Cómo cree que reaccionarán ante este nuevo libro? Hay importantes referencias bibliográficas, ¿Cree que lo seguirán hasta el final?
Mis lectores, me dijo, son los mejores del mundo. Yo escribo para ellos. Puede que no todo el mundo esté de acuerdo con lo que escribo. Lo acepto. Pero quienes valoran mis libros desarrollan una gran complicidad conmigo. Cuando escribo siempre apuesto muy fuerte.
No. Es fruto de un esfuerzo largo. Cuando necesito escribir sobre un tema, lo estudio. Puede que durante años. Tomo notas, investigo y corrijo, decido el momento y al final escribo. Es todo un proceso de acierto y error. Me voy acercando a lo que quiero decir con precisión. Buscando las palabras que descubran la belleza del lenguaje, pero sin caer en el barroquismo ni el manierismo. Es algo costoso, evidentemente. Hay quien me dice que escribo pocos libros, y es verdad. Es que he de ganarme la vida con las otras cosas que hago. Es muy difícil vivir sólo de escribir.
Plegaria para pirómanos, está editada por Páginas de Espuma, tiene 190 páginas y se terminó de imprimir en Agosto de 2023. Es el décimo libro que su autor publica, pero los libros no son su única huella en el mundo de las letras. Eloy Tizón es alguien constantemente requerido para decenas de prólogos, colaboraciones en publicaciones colectivas, y artículos en medios universitarios y de prensa, siempre con la admiración y el respeto de quienes lo leen.