
Comunicadora
Hace unos días, vi en instagram una frase que rezaba ‘lo estás haciendo muy bien, coño’ y aunque, al igual que mi titular, no sea lo más correcto, lo cierto es que sin ese COÑO, el significado no es el mismo. Pierde fuelle y señor@s para querernos tenemos que hacerlo por todo lo alto, con los coños, las hostias y lo que nos venga en gana.
Lo que os propongo no es tarea fácil lo sé y me consta en mis propias carnes. Quererse como si no hubiera un mañana significa, que nuestra felicidad dependa única y exclusivamente de nosotros. Tenemos la mala costumbre de crear pilares sobre los que sostenernos y cuando estos, sea por el motivo que sea, caen no sabemos cómo avanzar solos. Es entonces cuando llegan a nuestra vida la soledad, la desmotivación, el desánimo y a la vez la fuerza necesaria para empezar de nuevo, pero ¡STOP! no de la misma manera ¡HACERSE EL FAVOR!
¿Qué es chungo? Sí, pero ¿imposible? No. Así de sencillo, como dice un amigo mío. Quererse significa darse prioridad, mimarse, cuidarse. Es aprender a decir NO y a decir SI. Significa no estar las 24 horas del día disponible para todo el mundo, menos para ti. Quererse es disfrutar de una copa de vino o de la botella entera, si te vienes muy arriba, para ti mientras ves una peli o serie, esa que has visto mil veces pero te requetencanta a más no poder como Dirty Dancing ¡me chifla!
Quererse es permitirte estar triste, alegre, llorar, reír, enfadarse y aceptar que somos un pilar único, que nos tenemos a nosotros mismos y nos compartimos con quien hace más bonita nuestra vida que ya de por sí es bonita ¡porque nos queremos!. Quererse es darte el valor que mereces, no juzgarte ni castigarte por las decisiones tomadas porque no venimos con manual de instrucciones, solo con un corazón que nos guía y una cabeza que nos pone firmes ¿a cuál de los dos obedecer?… yo siempre te diré al primero.
Pero sí, ¡que malamente lo pasamos cuando nos abandonamos!. Cuando nos entregamos al 200% al amor, al trabajo, a la familia, a los amigos, a la vecina del quinto, a la panadera, al señor que todas las mañanas nos saluda y así a un sinfín de personas y/o cosas que si desaparecen… ¡NO MUERES, SIGUES VIVIT@ Y COLEANDO!
Evidentemente duele que se marchen de nuestra vida, que nos dejen de lado. Duele quedarnos sin ese trabajo ¡el de nuestros sueños! en el que éramos tan felices. Duele que no se preocupen por ti, que te den la espalda sin más. Duelen las rupturas, duelen las despedidas… pero el dolor forma parte de nosotros, nos guste o no y no podemos negarlo ni evitarlo, simplemente dejar que duela hasta que poco a poco desaparezca o sea soportable.
Cuando te des cuenta que has dejado de quererte. Cuando asimiles que la felicidad depende de uno mismo y la puedes compartir, que NO ENTREGAR, con quien te salga del COÑO, disfrutarás de verdad de los placeres de la vida. Ponte guap@ para ti, cómprate ropa sexy porque estás tremendo cuando te ves con ella. Date el gustazo de una caracola de chocolate si el cuerpo te lo pide. Apúntate a ese curso que tanto te apetece ¡desde los siglos de los siglos, amén! sin mirar el dinero, aunque tu Paco te diga que mejor si lo ahorráis ¡Pacos de la vida, el dinero está para gastarlo que para eso nos pasamos la vida trabajando!
No hagas nada por obligación, si te apetece di que sí, si no te apetece pero #esquemesabemalestanbuenapersona, recuerda que tú también lo eres y estás en tu derecho de decir ‘mejor otro día’.
Empieza por ti, sigue por ti y cuando te quieras a morir entonces elige con quieres compartir tu amor, no todos los merecen.
Conclusión: no me quiero nada