La Comunitat Valenciana redujo un 45 por ciento el número de oficinas bancarias entre los años 2008 y 2017, la segunda autonomía con mayor variación, en términos absolutos, después de Cataluña (51 %) y seguida por la Comunidad de Madrid (42 %).
Un 2,7 % de la población española (1,249 millones de habitantes) carecía de oficina bancaria en 2017, según los datos publicados por el Banco de España.
Esta cifra se traduce en que 4.109 municipios españoles perdieron la única sucursal con la que contaban, 540 más de los que había en 2008.
Las comunidades autónomas con mayor número de municipios sin oficina bancaria eran Castilla y León, 1.767; seguida de Castilla-La Mancha (470); Cataluña (467), y Aragón (413).
El Banco de España ha recordado que en los últimos años el sector bancario ha ajustado su modelo de negocio mediante el cierre de oficinas y la reducción de cajeros automáticos, en su búsqueda de rentabilidad y adaptación a las nuevas tecnologías.
Entre 2008 y 2017 el número de oficinas cayó un 39 %, y han pasado de 45.662, a 27.706, niveles similares a los de 1981.
La variación del número de oficinas, en términos absolutos, ha sido más acusada en Cataluña, Madrid o la Comunitat Valenciana (con porcentajes de reducción significativos entre 2008 y 2017, del 51 %, 42 % y 45 %, respectivamente).
Este hecho se ha visto parcialmente compensado con la instalación de nuevos cajeros en puntos de gran afluencia de personas, como centros comerciales o aeropuertos. Así, entre 2008 y 2017, el número de cajeros ha disminuido un 17,6 %, hasta 50.839.