Dentro de su Ciclo de Compañías Nacionales, el 28 y 29 de noviembre Sala Russafa ofrece el estreno en la Comunitat de ‘La violación de Lucrecia’, un acercamiento al poema homónimo de Shakespeare, basado en un hecho histórico ocurrido en la Roma del año 500 a. de C. Un suceso que ha tenido numerosas representaciones en el ámbito artístico: desde la literatura a la pintura o la escultura e incluso la ópera, de la mano de maestros como Ovidio, Lope de Vega, Rubens o Artemisa Gentileschi, entre otros.
Alfonso Zurro firma la dramaturgia y dirección de este “espectáculo para almas incandescentes”, según sus palabras. Un montaje de la compañía Teatro Clásico de Sevilla que ha obtenido diversos reconocimientos, como el Premio LORCA 2024 Mejor Autoría o los tres galardones en los ‘Premios Escenarios de Sevilla 2023’: Mejor Autor, Actriz y Espectáculo.
La propuesta escénica opta por la economía expresiva, centrándose en el impacto de los hechos y la estética en un monólogo sostenido por la aplaudida interpretación de Lorena Ávila de un personaje complejo. Ella es Lucrecia, una dama romana de cuya belleza llegaron noticias al príncipe Tarquino mientras estaba en el campo de batalla. Picado por la curiosidad, decide acercarse a la ciudad y pedir cobijo en su casa para aprovechar la noche y asaltarla en su habitación. Una violación donde la coacción, el uso de la fuerza, la humillación y la amenaza social a la víctima marcan un patrón que sigue perviviendo, más de 2.000 años después.
Basándose en los versos del autor inglés, el texto de Zurro construye diversas líneas dramatúrgicas que permiten a la protagonista cruzar el puente del tiempo para conectar con la actualidad y demostrar la necesidad seguir denunciando la violencia sobre la mujer.
Un vecindario animal lleno de valores y la presentación del nuevo trabajo musical de Alberto Montero
La programación familiar ofrece el 30 de noviembre y 1 de diciembre el estreno en la capital valenciana de ‘La Gallina Churra’, de los veteranos La Gotera de Lazotea (Andalucía), pieza premiada en FETEN (Feria Europea de las Artes Escénicas para Niños y Niñas) hace 20 años que vuelve a la cartelera con motivo de ese aniversario.
Basándose en el cuento homónimo de Xan López (Ediciones SM), recrea sobre el escenario un animado vecindario animal, donde conviven distintas especies en un clima bastante parecido al de cualquier barriada humana. Eva Serna va narrando y manipulando los títeres, protagonistas de esta pieza para espectadores a partir de 3 años que aboga por valores como la solidaridad, la amistad por encima de las diferencias o la creatividad, y que completa su puesta en escena con la música en vivo de Juan Manuel Benito.
Plenamente musical es la propuesta para la velada del sábado 30. El cantautor valenciano Alberto Montero vuelve a Sala Russafa para presentar su séptimo trabajo discográfico, La cuidad dormida (BCore). Una colección de 15 canciones en las que, como en un paseo callejero, recorre los pasillos del subconsciente para acercarse a temas como la creatividad, la búsqueda de la inspiración, la belleza de la naturaleza o de las relaciones humanas.
Tras un parón compositivo, el músico y cantante fue recuperando la espontaneidad a la hora de crear nuevas canciones, venciendo el miedo a través de la exposición y la exploración, convirtiendo su propia indagación en un tema a tratar en las letras y tomando impulso para pasar después a otros aspectos vitales. El resultado es un álbum intimista, que recorre gran parte de sus influencias musicales, desde el folk al pop psicodélico o la música clásica del Barroco, plasmadas en discos como Arco Mediterráneo, La Catedral Sumergida o El Desencanto.
Considerado un músico de culto, Montero se plantea este regreso a Sala Russafa como una oportunidad para ofrecer al público un entorno con la sonoridad y el clima de calma que requieren sus nuevas canciones. Pero también hay otra vertiente positiva: “la primera vez que actué en la Sala Russafa todavía estábamos en plena pandemia, empezando a recuperar la normalidad. Ahora estamos viviendo las consecuencias de la DANA y creo que la música, sobre todo en vivo, puede ser algo que ayude, que sea un pequeño refugio para los momentos difíciles”, explica el cantautor de Puerto de Sagunto que subirá al escenario acompañado por Román Gil (guitarra), Xavi Muñoz (bajo), Marcos Junquera (batería) y Gilberto Aubán (teclados).
Sala Russafa y Bob Lazy organizan un concierto benéfico a favor de la plataforma valenciana del voluntariado
La oferta cultural de Sala Russafa se completa el domingo con otra propuesta musical cuya recaudación se donará íntegramente a la Plataforma del Voluntariat de la Comunitat Valenciana. Esta entidad reúne a 166 entidades sin ánimo de lucro que trabajan el ámbito social y asistencial desde hace décadas en la CV. Ahora están al frente de la coordinación, equipamiento y traslado de voluntarios que, desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias, viajan a los cerca de 80 municipios afectados por la riada para colaborar en labores de limpieza. Además, organizan el suministro de alimentos, ropa y calzado a los afectados por la DANA, entre otras muchas iniciativas. Una ayuda que no solo responde a la urgencia, sino que está planificándose a medio y largo plazo para seguir atendiendo las múltiples necesidades que van a ir surgiendo con el avance de las semanas y meses después del temporal.
“Las primeras 72 horas después de la DANA las pasé en municipios afectados, tratando de ayudar. Y para cuando regresé a Valencia caí en la cuenta de que ya estaba reservada la fecha para presentar mi nuevo disco en la sala. Estaba un poco confuso por el clima de cancelaciones. Así que hablé con el programador, David Campillos, y los dos estuvimos de acuerdo en mantener la actuación y convertirla en un acto benéfico”, explica Bob Lazy, alter ego del artista valenciano Borja González-Ayón, quien subirá al escenario con Lluisen Capafons (batería), Pablo Barrios (teclados), Daniel Benedyto (guitarras) y Xavi Gómez (bajo), un formato de banda donde el encargado del sonido será el técnico Guillermo Sanz.
Reconoce que el patio de butacas y el silencio del público durante la actuación en un teatro pueden imponer un poco a los músicos más acostumbrados al ambiente de una sala de conciertos, donde hay interferencias sonoras, visuales, conversaciones o incluso bailes y cantos acompañando a las canciones. “Pero esa escucha activa creo que favorece mucho la comunicación entre los artistas y el público. El disfrute es distinto y la energía circula que desde el escenario al patio de butacas es muy potente”, comenta Bob Lazy. Esta será la primera vez que actúe en este tipo de espacios y piensa que es una oportunidad para conectar con la parte performativa que le caracteriza como cantante. “Tengo formación actoral, siempre me ha gustado el mundo de la interpretación y creo que, entre otras cosas, llegué a la música por poder subir a un escenario y ofrecer un espectáculo”, apunta el cantante y compositor.
En Sala Russafa presentará su tercer trabajo, Bob Lazy 3, donde reúne las influencias del pop clásico de los años 60 y 70 que sentaron las bases de sus inicios, con influencias de la new wave, el folk británico y sonoridades de las décadas de los 80 y 90 que se han ido incorporando hasta formar un estilo propio y reconocible, que le desvela como melómano empedernido.
Para participar en la recaudación de fondos, basta con seguir el proceso de compra de entradas en la página web de Sala Russafa, que va a habilitar también una Fila 0 para aquellos que no puedan acudir a la actuación, pero quieran colaborar.