El alcalde Joan Ribó ha expresado su compromiso de acabar con el denominado Agujero de la vergüenza en el barrio de Orriols, que esta mañana han visitado los tenientes de alcalde Vicent Sarrià y María Oliver. También, en el mismo barrio, se incluirá en los presupuestos de 2016 la urbanización del entorno de la Ermita.
“Yo estuve antes de las elecciones en lo que se llama el ‘Agujero de la vergüenza’, y ahora nos hemos comprometido a abrir la calle Agustín Lara-Baeza. Creo recordar que hace 24 años que la señora Barberá prometió que se abriría esta calle, y continúa sin abrirse, aunque es fundamental para Orriols la conexión a la zona donde pasa el tranvía”, ha señalado Joan Ribó, quien, por otra parte, ha dicho que de cara a los presupuestos de 2016 se va a trabajar para incluir la urbanización del entorno de la Ermita de Orriols”.
“En estos momentos ya tenemos en vías de solución el problema del Cabanyal, y ahora queremos plantearnos el trabajo en otros barrios, y uno de ellos es el barrio de Orriols”, ha señalado el alcalde. Respecto al “agujero de la vergüenza”, se pretende llegar a un acuerdo con los propietarios para hacer una reserva de aprovechamiento urbanístico o trasladar la edificabilidad a otras parcelas de la ciudad.
Para concretar esta actuación necesaria, Vicent Sarriá, Concejal Coordinador del Área de Desarrollo Urbano y Vivienda, y la Delegada de Patrimonio, María Oliver, han visitado esta mañana, acompañados por miembros de la Asociación de Vecinos de Orriols, el tapón urbanístico que está impidiendo la apertura de la Avenida de la Constitución para conectarla con las calles Agustin Lara y Baeza. El agujero en la pared se ubica entre estas dos últimas calles y es utilizado por los vecinos para poder pasar de una a otra.
Se trata de un “tapón urbanístico” que impide la conexión de esta calle con la Avenida de la Constitución y la calle Baeza. Los vecinos pasan de una calle a otra a través de un pequeño espacio en la pared, que ellos denominan “Agujero de la vergüenza” porque, hasta la fecha, desde el Ayuntamiento no se ha dado solución.
Dejar de pasar por el agujero
Sarriá ha recordado que en reiteradas ocasiones ha propuesto que la empresa municipal AUMSA delimitara una Unidad de Ejecución que permitiera abrir esta calle, ya que quedarían en su entorno solares edificables y no supondría gasto público, sin embargo nunca se ha llevado a efecto.
La principal edificación que impide la apertura de la calle es el antiguo Restaurante Balaguer de la Avda Constitución, cerrado desde hace varios años, y el objetivo de la iniciativa presentada por los concejales Vicent Sarriá y María Oliver consiste en que los propietarios adquieran la reserva de aprovechamiento para otras zonas de la ciudad, o incluso llegar a firmar un convenio que permita trasladar la edificabilidad que les corresponde a alguna parcela municipal en los diferentes sectores urbanizables de la ciudad.
En definitiva, se trataría de un traslado de la edificabilidad que le correspondería, para poder abrir la calle y urbanizarla hasta tanto se delimita la Unidad de Ejecución y se lleva a cabo el Programa de Actuación Integrada correspondiente.
Tal como ha comentado Vicent Sarriá, el Ayuntamiento va a aplicar mecanismos de gestión urbanística, que es una de las principales competencias que, junto con la de planeamiento, tienen las corporaciones locales en materia de urbanismo. Corporaciones.
Se trata de acabar con esta lamentable situación de vecinos pasando por un agujero en la pared para comunicarse por estas calles del barrio, y adelantar las actuaciones urbanísticas necesarias, ya que la delimitación y tramitación de la correspondiente Unidad de Ejecución no podría llevarse a cabo hasta incluirla en la revisión pormenorizada del PGOU, lo que retrasaría el problemas más tiempo del necesario.
Sarrià ha afirmado que “mediante esta solución se trabaja con criterios de gestión urbanística, desde la iniciativa pública, algo que los anteriores delegados de Urbanismo jamás se han planteado”.