
Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el día internacional de eliminación de la violencia contra las mujeres. Hace 23 años, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, así se designó esta jornada. Desde estas instancias internacionales se invitó a los gobiernos, organizaciones internacionales y a las no gubernamentales a involucrarse en la lucha contra la violencia que sufren las mujeres, para así coordinar actuaciones que sirvan para la concienciación pública.
Hoy escribo este artículo en mi condición de mujer y también como Vicepresidenta segunda de una administración pública, la Diputación de Valencia, intentando aportar, mi granito de arena, en esa labor de concienciación y de actuación pública para erradicar la violencia. Muchas son las niñas y mujeres que sufren cualquier tipo de violencia, por lo que es necesario estar en alerta para detectarla, perseguirla, y, sobre todo, proteger a las víctimas.
Combatir la violencia en general, y en particular, la que sufren las mujeres, exige se abran diferentes frentes. Es cierto que juegan un papel clave aspectos tan relevantes como una adecuación regulación normativa que garantice la igualdad real y efectiva de las mujeres. Combatir cualquier forma de discriminación, incluyendo también cualquier forma de acoso, o perseguir la publicidad sexista que cosifica a la mujer, es sentar las bases para que la violencia pueda eliminarse.
Ahora bien, también es preciso proteger a las víctimas cuando desgraciadamente la violencia tenga lugar. Una forma de violencia especialmente preocupante y grave es la de género, y son necesarios todos los medios materiales y humanos necesarios, para poder proteger adecuadamente a las víctimas. Ahora bien, hay otros ámbitos en los que también hay que incidir: el educativo, social y laboral, entre otros.
Las Administraciones públicas, por su parte, debemos tener la sensibilidad y capacidad de reacción, y, sobre todo, cercanía con las mujeres que sufran violencia. Entre todas esas administraciones, la más cercana a la ciudadanía es la municipal, y precisamente, las Diputaciones provinciales, ayuntamiento de ayuntamientos, también tienen ese reto al que atender.
Los datos estadísticos sobre la violencia que sufren las niñas y las mujeres están ahí, incluso los que a veces no se quieren ver como los de trata de personas o de explotación sexual de mujeres y niñas.
Asistimos a un momento en el que desgraciadamente los acontecimientos políticos en España están llevando a cuestionar nuestro orden constitucional. Se acerca, además, otra fecha clave como es la del 6 de diciembre, día de la Constitución, texto al que quiero poner en valor subrayando la apuesta por la paz y la convivencia, la igualdad y la erradicación de cualquier forma de violencia, también la que afecta a las mujeres.
Reme Mazzolari
Vicepresidenta segunda de la Diputación de Valencia