El partido animalista PACMA se ha entrevistado en el hospital con uno de los heridos por el toro que fue acribillado por un agente de la Policía Local el mes pasado en Algemesí, tras escapar de los toriles durante los festejos taurinos de la localidad de la Ribera Alta.
En la huída del astado por las calles de la localidad, tres personas resultaron heridas. Saúl era una de esas personas.
El pasado sábado, 28 de septiembre, estaba charlando en la calle con unos amigos cuando un toro le arrolló. Al parecer, el animal tenía problemas de visión, estaba herido y siendo increpado, vareado y perseguido por los ganaderos, mientras huía aterrado por las calles de Algemesí. Debido a la fuerza y la velocidad del animal cuando se produjo el impacto, el joven salió despedido, cayendo al suelo tras volar varios metros por el aire, siendo en este momento cuando además el toro le pisoteó al pasar sobre él.
Como consecuencia del impacto tiene, además de múltiples contusiones y heridas, el radio del brazo izquierdo roto y tres vértebras rotas, motivo por el cual hoy será sometido a una delicada intervención quirúrgica, que vendrá seguida de entre seis meses y un año de rehabilitación durante los que no podrá siquiera trabajar, pese a que hace apenas quince días se había incorporado en una empresa en la que tenía buenas perspectivas de futuro, como técnico electromecánico. Saúl, que además es un apasionado del skate y ciclismo BMX, deberá renunciar a la práctica de estos deportes durante un mínimo de dos años.
Se da la circunstancia de que este joven se declara antitaurino y, pese a rechazar los festejos en los que se tortura a los animales y no participar en ellos, ha sufrido las consecuencias de esta actividad, que posiblemente le dejen secuelas físicas y, desde luego, psicológicas.
Pese a todo, piensa que ha tenido suerte, pues de haber sido alcanzado por el asta del toro o haberse desnucado al caer al suelo, ahora no estaría vivo. Como es posible que no lo estuviese la hija de sus amigos, si en lugar de haberle arrollado a él, el toro hubiese embestido el carrito en que se encontraba la bebé, a escasos centímetros de Saúl.
Todo ello, pese a que desde el Ayuntamiento de Algemesí, con la alcaldesa socialista Marta Trenzano al frente, se ha tratado de restar importancia al asunto, congratulándose por el modo en que se ha resuelto este gravísimo incidente, e invisibilizando las consecuencias del mismo para esta persona, totalmente ajena a la actividad taurina, al declarar en un comunicado oficial que habían resultado heridas tres personas, de carácter leve.
"El toro no ha tenido la culpa. Él sólo quería huir. Estaba muy asustado. Mi situación se debe a quienes someten a estas situaciones extremas a los animales. Lo que más me duele es cómo han acabado con pobre el animal", comenta Saúl.
PACMA ha interpuesto una denuncia ante la policía Nacional, señalando las posibles irregularidades cometidas durante la ejecución del animal, que fue acribillado con 27 disparos en la vía pública, en un espacio en que se encontraban presentes numerosas personas, que podrían haber resultado heridas por arma, como ocurrió hace ya unos años en Foios. Además, el Partido Animalista ha solicitado acceder a los expedientes de autorización de estos actos para perseguir que se depuren responsabilidades.