Ultramarins es una producción de la compañía Hongaresa de Teatre, escrita y dirigida por Paco Zarzoso | Estará en el Teatro Rialto del 15 al 18 de febrero
El Institut Valencià de Cultura estrena en el Teatro Rialto de València la obra 'Ultramarins', de la compañía valenciana Hongaresa de Teatre, dentro del ciclo 'Maestros de la palabra', que empezó el pasado 1 de febrero con 'Ligeros de lenguaje'.
'Ultramarins', escrita y dirigida por Paco Zarzoso, está interpretada por Pep Ricart, Lola López y Miguel Lázaro.
La compañía Hongaresa de Teatre, fundada por Lola López, Lluïsa Cunillé y Paco Zarzoso el año 1995, y después de haber estrenado 25 espectáculos, ha decidido estrenar 'Ultramarins', uno de los textos de Paco Zarzoso que más reconocimientos ha tenido y que se exhibió en Cataluña durante las temporadas 1999-2000.
Su estreno fue una puesta en escena dirigida por la directora francesa Ivette Vigatà en una coproducción del Festival Sitges Teatre Internacional, del Festival d'Estiu de Barcelona Grec 99, de la Sala Beckett, de la Fira de Teatre de Tàrrega, del Centre Dramàtic del Vallès y de Bitó Produccions.
El espectáculo tuvo un gran reconocimiento de público y crítica. Recibió el
Premi Ciutat de Barcelona al mejor espectáculo teatral del año, y el Premi Serra d'Or que concede la revista del mismo nombre. El texto se publicó en la editorial Arola Editors, en la colección de textos teatrales contemporáneos.
La versión de la Hongaresa de 'Ultramarins', que veremos en el Teatro Rialto interpretada por Pep Ricart, Lola López y Miguel Lázaro, se preestrenó en Sagunt, el 25 de febrero de 2017, en El Centro Mario Monreal. El estreno fue en el Festival Internacional Tercera Semana de València en junio de ese mismo año.
'Ultramarins' es la historia de un padre y de una hija que peregrinan por pueblos del interior de España de los años 50 con una carpa donde ofrecen un espectáculo que trata del mar y sus maravillas. En uno de sus remotos destinos, un lugar montañoso cuyos habitantes nunca han visto ningún paisaje marino, la existencia de estos dos personajes registrará un cambio sustancial después de conocer a un vendedor ambulante que se aloja en su misma pensión.
El encuentro de los tres: padre, hija y vendedor enfrentará fantasía y realidad, poesía y prosa, el mito y las urgencias mercantilistas, el sueño del padre y la urgencia del vendedor en la compraventa para la supervivencia, el sentido de la dignidad del padre, ante la voracidad de la necesidad de continuar ofreciendo y adquiriendo productos, la fatiga del que vive ante las ganas de vivir.
La cotidianidad de este anodino pueblo de montaña muestra unos personajes en una situación provisional y transitoria que es metáfora de la vida lejos del mar, de los orígenes, metáfora al mismo tiempo de la búsqueda de la felicidad, todo eso a través de la preparación para mostrar una atracción de feria, como principio y fin de una vida, en la que todo puede ser engullido.
Un padre y una hija, un viajante, una relación amorosa, una relación comercial, todos venden algo, todos compran algo. Son transacciones de objetos, metáforas de las transacciones vitales. Y el mar siempre lejos, inalcanzable, como el deseo constante de encontrar la felicidad.