Un Guardia Civil de Xàbia, salvó la vida de un ciudadano el pasado domingo día 13 de diciembre. La víctima había perdido el conocimiento, al parecer por un posible ictus cerebral, y presentaba un pulso y respiración insuficientes para mantener por sí mismo sus contantes vitales.
El pasado domingo día 13 de diciembre, el agente de la Guardia Civil del Puesto Principal de Xàbia, se encontraba fuera de servicio comiendo con su familia en un restaurante de la localidad de Dénia. Hacia las 14,30 horas, una camarera del restaurante, llamó por teléfono al servicio de emergencias pidiendo que acudiera lo antes posible una ambulancia.
El Guardia Civil y una enfermera que también se encontraba en el local acudieron inmediatamente a prestar su ayuda: un hombre se había desvanecido en su silla, de una de las mesas de los comensales, perdiendo el conocimiento. Al comprobar su pulso y respiración, observaron que era demasiado débil.
Sin dudarlo, el agente de la Guardia Civil, con la ayuda de otros clientes, tumbó en el suelo a la víctima, en posición lateral, y comprobó que sus vías respiratorias no estuvieran obstruidas, para descartar que pudiera tratarse de un atragantamiento. Mientras realizaba esta maniobra, el hombre comenzó a recuperar el aliento y la consciencia, abriendo los ojos completamente desorientado. Sin embargo, a los pocos segundos, volvió a desvanecerse. El agente no desistió en su esfuerzo por mantener al hombre estable mientras llegaba la asistencia sanitaria que había sido solicitada.
Unos minutos más tarde, acudió una ambulancia que se realizó el traslado del afectado de forma urgente al hospital de Dénia.
Tras permanecer ingresado unos días en el hospital, la víctima, un varón de nacionalidad estadounidense, ha sido dado de alta y, en la actualidad, se recupera en su domicilio.
El mismo Guardia Civil que ha salvado la vida a este hombre, protagonizó el 21 de febrero de 2017 otro rescate que no dejó indiferentes a los vecinos de Benitatxell. En aquella ocasión fue un niño de tres años de edad que se cayó a la piscina mientras jugaba en su casa. A la llegada de los agentes de la Guardia Civil del Puesto de Xàbia, el niño no tenía constantes vitales, pero los oportunos conocimientos de los Guardias Civiles lograron, a través de las maniobras de reanimación, encender un hilo de vida que pudieron mantener hasta la llegada de la ambulancia.
