Las palabras sobran. Miles de personas se congregaron en La Marina para disfrutar de un maridaje perfecto: La música que llenó pistas de baile en la década de los 90, con uno de aquellos maestros que nos puso a bailar entonces, el DJ Víctor Pérez, y el maestro incontestable de la pirotecnia valenciana, Ricardo Caballer.
La mítica cuenta del 1 al 10 que tan popular hizo en su día el magnífico Chimo Bayo dio paso a Sandra Gómez, concejala de Turismo del Ayuntamiento de València, que apretó el botón de inicio del piromusical. Un éxtasis de música que todos y todas conocían y unos fuegos artificiales de auténtico delirio.
Lógicamente, un éxito sin precedentes. Una creación de dos genios que queda ya en la memoria colectiva de esta ciudad como quedó en su día la Ruta de los 90.