El pasado jueves, 11 de julio, se reunió la Comisión Mixta de seguimiento del convenio marco entre la Generalitat Valenciana y Acció Ecologista-Agró para la gestión de la biodiversidad en las Zonas de Especial Conservación (ZEC) del Marjal de Almenara y la Playa de Moncofa. Durante esta reunión, celebrada en La Casa Peña, AE-Agró exigió la puesta en marcha de actuaciones para paliar los efectos de la sequía y el cierre del aeródromo de la Llosa, tal como contemplan las normas de gestión de esta zona húmeda Ramsar que forma parte de la Red Natura 2000.
La situación de escasez de agua en que se encontraba el año pasado el Marjal de Almenara ha ido agravándose ante la ausencia de precipitaciones, la continuada sobreexplotación de los acuíferos y la incesante subida de temperaturas que enfrentamos. Durante la reunión de 2023 de la Comisión Mixta de seguimiento del convenio marco entre la Generalitat Valenciana y Acción Ecologista-Agró para la gestión de la biodiversidad en las Zonas de Especial Conservación (ZEC) del Marjal de Almenara y la Playa de Moncofa, las ecologistas ya advirtieron el año pasado a los técnicos de la actual Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio de la situación extrema que se podría sufrir. Además, propusieron varias actuaciones para mitigar los impactos derivados de la sequía sobre este humedal Ramsar que forma parte de la Red Natura 2000.
En este sentido, durante la reunión de la Comisión Mixta celebrada en La Casa Peña de Sagunto el pasado jueves, 11 de julio, AE-Agró recordó a la administración autonómica que el control y las restricciones a los más de 250 pozos que operan en el entorno de este humedal, la posibilidad de adquirir parcelas y concesiones estratégicas para el buen estado de conservación de los acuíferos y la integración y mejora de la red hidráulica de fuentes y humedales asociados al marjal son medidas que la Generalitat Valenciana podría y tendría que activar ya, adquiriendo carácter de urgencia en cada día que pasa ante el alerta por sequía declarada en la zona por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
De hecho, la mayoría de estas propuestas están contempladas en las normas de gestión de las Zonas de Especial Conservación (ZEC) del Marjal de Almenara y la Playa de Moncofa, aprobadas por el Decreto 132/2021, de 1 de octubre. Con estas actuaciones, por ejemplo, se podría evitar que agua de poca calidad, procedente de los cultivos, entrara en las actuales reservas subterráneas del marjal, situación que ocurre ahora desgraciadamente por la sobreexplotación de los humedales.
Por otro lado, AE-Agró y la Conselleria de Medio Ambiente retomaron en la reunión de la semana pasada el diálogo abierto desde hace más de diez años respecto a la permanencia en pleno corazón del Marjal de Almenara del aeródromo de la Llosa. Una vez más, las ecologistas han exigido el cumplimiento de las normas de gestión de este espacio protegido y, por lo tanto, el cierre y traslado fuera del marjal de esta instalación. Durante esta primavera, una vez más, el continuo vuelo de avionetas ha ocasionado fuertes perturbaciones a la fauna reproductora de la zona. Especialmente a aves como el morito común (Plegadis falcinellus), la garza real (Ardea cinerea) y la garza imperial (Ardea purpurea), el aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus) o la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), el pato más amenazado de Europa.
Además, esta primavera, durante unos trabajos en la pista auxiliar de este aeródromo, se ha eliminado sin autorización administrativa una importante población de ruda de mallada (Thalictrum maritimum), planta endémica de los humedales litorales valencianos y que constituye uno de los mayores tesoros botánicos del Marjal de Almenara.
Finalmente, respecto a la reunión anual de la Comisión Mixta de seguimiento del convenio marco entre la Generalitat y AE-Agró para la gestión de la biodiversidad en las ZEC del Marjal de Almenara y la Playa de Moncofa, fuentes ecologistas destacan que el balance realizado por ambas partes respecto a la colaboración mantenida hasta ahora es satisfactorio.
De hecho, este entendimiento ya ha permitido mejorar la gestión y el mantenimiento de la vegetación palustre al Marjal de Almenara, gracias al apoyo de las brigadas de la Conselleria; conservar poblaciones de tortugas autóctonas en el marco del Proyecto Emys; y recuperar como especie reproductora a la cerceta pardilla con la colaboración del LIFE Cerceta pardilla. Palmo a palmo, desde AE-Agró señalan que contrinuarán haciendo su trabajo de mejora y custodia del territorio de este el humedal, gracias al cual el Marjal de Almenara ha pasado en 30 años de estar en peligro de desaparición a la excelencia medioambiental, porque el escenario fatídico de finales del siglo pasado no vuelvo a repetirse.








