Con motivo del primer aniversario de la DANA que afectó gravemente a numerosos municipios de la provincia de Valencia en octubre de 2024, NoticiasCV ha preparando un reportaje especial que recogerá la visión de los alcaldes y alcaldesas sobre la gestión de la emergencia, los daños sufridos y las medidas adoptadas para reforzar la resiliencia local. Ahora es el turno de palabra del alcalde de Sedaví, José Francisco Cabanes.
Balance y respuesta inicial
P- ¿Cómo recuerda aquel día? Seguro que recuerda dónde estaba a las 20:11 horas.
Aquel día lo recuerdo con mucha tristeza, mucho miedo y mucha impotencia. A las 20:11 horas estábamos retirando un árbol en un parque del municipio porque en Sedaví no llovió en todo el día, pero sí hubo mucho viento. Junto a la brigada atendimos varias incidencias y, sin darnos cuenta, llegó el agua.
Junto con la Brigada Municipal y la Policía Local fuimos resguardando a todas las personas que pudimos. Cuando llegamos al retén, el agua ya había anegado el municipio.
P- ¿Qué medidas de emergencia se pusieron en marcha de forma inmediata y qué valoración hace del dispositivo local?
Esa misma noche, tan pronto como fue posible comunicarnos, empezamos a contratar maquinaria para despejar calles porque mi gran miedo era que hubiera heridos o personas que necesitaran atención médica y no pudiera entrar una ambulancia.
Al día siguiente lo primero fue localizar a las víctimas, que en Sedaví fueron nueve, y a partir de ahí habilitar un punto donde la gente pudiera recibir comida, agua y atención médica.
La Policía Local, la Brigada y personal municipal estuvieron al pie del cañón desde el primer minuto. Y cuando comenzaron a llegar voluntarios del municipio y de fuera… la ola de solidaridad fue impresionante. Sin todas esas personas habría sido todo mucho más duro.
P- ¿Cuál fue el principal daño en el municipio? ¿Qué zonas siguen siendo más vulnerables?
Sedaví recogió toda el agua que venía de los municipios de arriba, cargada de barro, cañas y enseres que acabaron aquí. El municipio quedó asolado al 100%: viviendas, comercios, edificios públicos… nada se salvó.
Además, el muro de la vía del tren actuó como dique y el agua quedó estancada por la medianera de la Pista de Silla, alcanzando niveles aún más peligrosos y permanentes.
Ayudas, obras y actuaciones posteriores
P- ¿Qué ayudas han recibido y cómo ha sido la coordinación con las administraciones?
El Gobierno de España ha ingresado 41.503.530,85 euros para obras de reconstrucción, además de más de 5 millones de euros para ayudas sociales, reconstrucción de emergencia, contratación de personal y programas juveniles.
La Diputación de Valencia ha aportado 150.000 euros y la Generalitat Valenciana 124.992,37 euros.
Sin estos fondos, especialmente los del Gobierno central, la reconstrucción sería inviable. La coordinación es buena, aunque los trámites administrativos continúan siendo un freno importante.
P- ¿Qué obras se han ejecutado o están en marcha? ¿Qué queda pendiente?
Desde el primer día se realizaron limpiezas intensivas del alcantarillado y durante meses han continuado las cubas trabajando para garantizar una mejor respuesta ante lluvias recientes. Y ha funcionado.
Las mejoras en el cinturón del dique de la vía férrea y la medianera de la Pista de Silla dependen de otras administraciones, pero están en proceso. También es imprescindible duplicar las salidas de los colectores, insuficientes para el volumen de agua según el crecimiento poblacional.
Aprendizajes y planificación futura
P- ¿Qué lecciones deja la DANA para Sedaví?
Debemos ser mucho más previsores y coordinarnos mejor entre municipios. Hemos empezado a trabajar a nivel comarcal en protocolos conjuntos de emergencia y prevención.
P- ¿Se han actualizado los planes municipales de emergencia? ¿Hay recursos suficientes?
Se está trabajando en nuevos protocolos junto a los jefes de policía de todos los municipios de la comarca, adaptados a esta nueva realidad.
Pero para algo así nunca estaremos totalmente preparados. El agua iba a llegar sí o sí. Con desvíos de barrancos y avisos más tempranos, probablemente no habríamos lamentado víctimas.
P- ¿Qué papel han tenido vecinos y voluntariado en la recuperación?
Fundamental. La población de Sedaví ha demostrado una resiliencia enorme. Desde el primer día comenzaron a vaciar sus casas pese al cansancio y al shock.
El voluntariado fue impresionante; personas dispuestas a ayudar a cambio de nada, día tras día. También el tejido asociativo se volcó por completo.
Mirando hacia adelante
P- ¿Qué hemos aprendido de aquel 29 de octubre?
Que todos somos vulnerables. Que la vida puede cambiar en minutos. Que hay que anticiparse, reclamar mejoras hídricas y priorizar la seguridad.
Y que la solidaridad sincera existe, y en los peores momentos aparece.
P- ¿Qué mensaje quiere trasladar a la ciudadanía un año después?
Quiero decirles que entiendo perfectamente que quieran ver su pueblo como antes. Yo también quiero verlo así. Es mi casa y me duele verlo herido.
Pero no hemos dejado de trabajar ni un solo día. A veces faltan recursos y los tiempos no ayudan, pero las ganas son ahora más fuertes que nunca. La recuperación total llegará gracias a la valentía de la ciudadanía.
Esperamos que se ejecuten todas las mejoras hídricas necesarias, porque ninguna obra vale más que una vida.










