Desde Compromís per Benaguasil aseguran que la nueva biblioteca y ludoteca presenta una serie de deficiencias respecto a la idea original.
En un comunicado de la formación política se asegura que el espacio que dispone el local “es menor que el del antiguo edificio y así la cantidad de libros que puede albergar el nuevo complejo hace que la mayoría de los mismos estén almacenados en cajas, muchas de las cuales todavía se guardan al antiguo complejo bibliotecario, empleado en estos momentos, sólo para servicio de almacén”, y se añade en la nota que “muchos de los usuarios de esta nueva instalación se quejan de que para poder emplear libros algo más especializados tienen que esperar un tiempo hasta que puedan traerlos cuando en el antiguo toda la segunda planta estaba destinada a este tipo de libros”.
Desde Compromís también se asegura que “el hecho de que se mezclen una función de biblioteca con una de ludoteca, en un espacio tan reducido y sin la adecuada insonorización, dificulta en algunos casos la correcta utilización de ambas funcionalidades” y también se asegura que la zona de ludoteca “está totalmente infrautilizada, hasta el punto de que hay varias estanterías vacías, algunos elementos de ocio infantil como columpios, amontonados, y actualmente, incluso se guardan, elementos necesarios por algunos actos que se llevan a cabo en la plaza, como sillas y mangueras”.
El grupo local de Compromís entiende que hay que “optimizar los espacios y hacer un buen uso de los mismos, al tiempo que se tomen medidas para reducir los gastos en alquileres”.
Compromís propone que se separe la ludoteca de la biblioteca, y propone que se ubique el complejo bibliotecario-ludoteca donde está el actual Centro Joven, “dado que cuenta con las dimensiones perfectas para albergar todos los libros y también futuras nuevas adquisiciones, con salas de estudio independientes y sala de ordenadores con acceso a Internet, actualmente sin ningún uso”.
Además, se propone desde Compromís utilizar edificios municipales sin uso y dejar de pagar alquileres por otros, como el de los jubilados, que se propone traslada a lo que ahora es la biblioteca, lo que supondría un ahorro para las arcas públicas.